22/9/17

Propuestas musicales LV | Posicionamientos y realidades

Here she comes again! 

Váyanse todos aquellos que no soportan la versión llorica e inconsolable de Miss Calamidad porque es la única que hoy les puedo mostrar. Ni un Alexander McQueen clásico para mi uso y disfrute en la fiesta más alucinante de la ciudad en la que me halle me podría alentar hoy. Ni una caja llena de bombones de La Maison du Chocolat de París para mi solita. Ni un viaje a gastos pagados por todo lo alto a Roma.

Qué pena, pensaba esta misma mañana, reabrir el blog de esta guisa. Hay cosas que, mpff, no cambian. Casi me había olvidado ya de esa Miss Calamidad ojerosa, llorona, a la que todo (t-o-d-o) le va de culo, hace unos días, cuando presenté mi proyecto de fin de grado y salí contentísima del mismo, a pesar de los múltiples fallos que sé que tiene; pensaba reinaugurar este egoblogmierdero con mi euforia por haber terminado un proyecto que me ha tenido entretenida los últimos meses (por no decir año y pico) y me ha hecho consumir benzodiacepinas, cerveza y chuches más allá de lo que se considera saludable.

Estaba feliz, entonces. Una sensación a la que no acostumbro y me apetecía compartir. Estaba tan contentísima que salí de la Escuela con ánimo de llegar a la minimansión y descorchar un cava reservado para un buen momento; quería gritarlo a los cuatro vientos (esto es, publicar un post: borrón y cuenta nueva vital, Calamita, de ahora en adelante todo va a ir fetén). Pero me quedé dormida vestida encima de la cama a las ocho menos cuarto de la tarde y reabrí mis pestañas pegadas de rímel y eyeliner al día siguiente, a las diez de la mañana.

Ayer fui a por la nota y, en fin, pues eso, que hay cosas que no cambian. ¿O es que acaso creía que trabajando como una hijadeputa, intentando llegar a la excelencia, dejándome la piel y otros proyectos importantes por el camino iba a conseguir algo bueno para mí? Ja, qué inocente soy. Alguno de mis pliegues cerebrales debe de creer aún en la justicia, el karma, el destino y esas mierdas (localícenlo y extráiganmelo, por favor).

Bienvenidos de nuevo, queridos lectores todos, a esta mediocridad de blog, de vida.

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