Ella se decidió a ayudarle en la redacción de dicho plan empresarial.
Para hacer todo lo que le pedían los de arriba a él normalmente suelen ponerse a trabajar un mínimo de cinco personas durante uno o dos meses en una empresa que valore ese tipo de trabajos, pero a él le exigen que lo haga en tres días. Supongo que tampoco le requerirán la perfección de algo bien hecho, algo que funcione, algo eficiente. Lo de "bueno, bonito, barato" es una quimera que tratan de hacernos creer aquí y en la China Popular, pero, señores, señoras: este plan que harán a salto de mata en una tarde ellos dos en la ofi va a ser bonito y barato, pero seguramente no será bueno, o correcto si lo prefieren.
ELLA HOY:
- Se ha levantado a las 7:14 horas.
- Legaña en ristre se ha metido a la ducha.
- Ha puesto tres lavadoras (tendido dos; aún está esperando a que termine la tercera).
- Ha atendido a las plantas, pobres, que llevaban desde el domingo medio abandonadas.
- Ha recogido la ropa desperdigada por la casa que se ha ido acumulando en percheros y respaldos de sillas tras dos días de no estar en la mini mansión más de media hora.
- Ha cocinado pollo crujiente al horno. No le ha quitado la piel (esto conllevará quejas casi seguro) y no ha hecho la salsa, pero es que no le daba tiempo. A la noche lo hará.
- Ha aprovechado unas fresas que se iban a poner malas para hacer un batido de las mismas. ¡Riquísimo!
- Ha hecho la lista de la compra que irá a comprar esta tarde-noche, cuando salga de su trabajo. Bueno, seguramente no irá ella ya que le ponen muy nerviosa las aglomeraciones de gente mirando lineales llenos de comida enlatada y objetos futiles.
- Ha llamado al banco para solucionar un problemilla de liquidez, ¡nada!, cinco minutejos.
- Ha rellenado unos papeles que directamente cero tienen que ver con su vida, pero que había que hacer.
- Tras rellenar los papeles (al menos los datos que están en su mano) ha llamado a la oficina burocrática correspondiente para pedir una cita para llevar los papeles: mañana a las 9:45 horas.
- A las 9:17 horas de la mañana se ha sentado a desayunar mientras veía las estupendas noticias de la jornada en el Canal 24 horas (a falta de plataformas digitales televisivas).
- A las 9:37, mientras espera que termine la última colada, ha encendido el ordenador para mirar su correo, escribir -vaguear en una palabra dirán algunos- mientras espera para irse a la ofi a trabajar en el plan ese que hablaron anoche ellos. Intuye que aún le espera una laaaaaaaaaaaaarga tarde.
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| Querido dios Shiva: dame paciencia y tus catorce brazos porque como me des fuerza, arranco la cabeza del primero que me hable de igualdad. |
Él HOY:
- Su ¡ay!fon ha sonado a las 8:23 horas.
- Se ha levantado y se ha duchado, vestido, puesto guapo, etc.
- Se ha ido a desayunar al bar de la esquina para leer tranquilamente el As y el Marca (no sea que haya cambiado entre semana la clasificación en la Liga) y, tal vez, El País o El Mundo.
- Ha vuelto a casa. Supongo que por remordimiento ha venido con una pequeña comprita, que no había ni leche en la despensa (al menos no ha preguntado ¿qué te hago en casa? y ha tomado iniciativa propia).
- Ha encendido el ordenata y empezado una dura jornada (no lo dudo) de teletrabajo.
Perdonen si me ven a la noche un poco jodida de la espalda -¡prometo no llevar taconazo! aunque mi hernia L5/S1 a estas horas ya esté dando por culo- y algo cansada... ¡Uy! disculpen quería seguir dedicándome a mis mierdacosas (correo, escribir, leer sus blogs, buscar curro, etc.), pero acaba de terminar la tercera lavadora. A ver si la cuelgo antes de tenerme que ir a la ofi a trabajar.
Conciliación e igualdad... ¡Ja!
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