Empezó de la manera más tonta, paseándose por clubes de Jazz con su cámara de fotos, tratando de reflejar el momento y el alma de los intérpretes y músicos presentes, cosa que logró con creces. Un fotógrafo de verdad, de los de antes con ojo y gusto de sobra.
Den una vuelta por su estupenda página web y ríndanle así un pequeño homenaje a la vez que se deleitan con la belleza suprema, con la música suspendida entre haluros de plata.
(En la fotografía, Bill Evans -uno de mis jazzmen favoritos-, Hollywood, 1970.)
Qué fotos tan bonitas.
ResponderEliminarY, aun encima, con lo que a mí me gusta Chet Baker...
Un beso.
Caray, ¡Chet Baker! A mí también me gusta mucho. La verdad es que el Classic Jazz me gusta a rabiar. No entiendo prácticamente nada, pero sé que hay ciertas cosas que me gustan.
ResponderEliminar¿Sabes? Cuando estuvimos "comprando" la nueva cocina el diseñador oficial del lugar en cuestión nos puso una selección deliciosa de Chet Baker en el hilo musical. Yo no sé si le compré la cocina porque realmente me gustaba lo que veía o lo que oía. Hmmm.