22/12/10

Puafff. Otra más de Alejandro Magno.

Pues es que fuimos esta semana a ver la exposición que organiza la Fundación Canal en Madrid y que se llama algo así como Alejandro Magno, encuentro con Oriente y salí algo decepcionada.

Ya saben ustedes -y si no, se lo cuento yo- que Alejandro Magno es para mí lo que para los cristianos Jesús de Nazareth o para los musulmanes Muhammad ibn 'Abd Alläh. Yo soy alejandrista. Haría cualquier cosa que estuviera en mi mano para poder conocer de cerca a Alejandro III de Macedonia, por encontrar su tumba, por esclarecer algo más del ya mítico rey griego. Quiero ser su Roxana, su Estatira, su Olimpia, su Hefestión, su Bagoas.

La película que proyectan al principio de la exposición, y que es opcional en la entrada, está bien. Es bonita. Habla más de la ciudad de Alejandría de Egipto (es que Álex, permítanme la familiaridad, fundó algo así como catorce alejandrías allá por donde fue) que de su rey. Está bien. A nivel gráfico es verdaderamente exquisita, pero ya.

Hay una cosa que detesto especialmente en estas macro exposiciones abiertas "para todos los públicos": la masificación. En serio, yo sé que montar todo este tinglado cuesta una barbaridad, pero ¿es necesario que nos traten como a los corderos cuando los dirigen al matadero? ¿a qué viene eso de meter a tantísima gente ronda tras ronda? ¿de verdad que si no es así no cubren gastos? No lo creo. Con esto sólo consiguen que la primera sala de la exposición esté tan a tente bonete que no se pueda ver nada.

Con respecto al recorrido expositivo, en fin, un poco cacota. Es como que quisieran contar mucho y a la hora de la verdad no cuentan nada. Traen infinitud de objetos de multitud de sitios (supongo que si no hubieran conseguido traer los ladrillos lacados de un león babilónico hubieran explotado en mil pedazos los comisarios de la exposición) y de épocas un tanto dispares (hay un buda del siglo IV d. C. que, digo yo, ¿qué coño tiene que ver con un rey griego del siglo IV a. C.? Dicen que si se ven los rasgos helénicos en su talla... Yo es que soy de las plastas que van leyéndose las cartelas de las piezas) y sin embargo nada (casi nada) de hablar de la maravillosa estrategia bélica alejandrina y de sus generales. ¡Oh, Hefestión, Ptolomeo, Seléuco, Clito, Antígono!

Cuatro tallas de bustos del heleno y poco más. Podrían por lo menos haber luchado, no sé, por traer la corona de oro de Filipo II que hay en el Arqueológico de Atenas o alguna estatua más representativa, si cabe, alguna buena copia de Lisipo...

Más que de Álex hablan de lo que pasó tras él y tampoco mucho, que parece que después de él todo fue como en los Mundos de Yupi, rosa e ideal, y no veas tú la de guerras civiles que se declararon.

2 comentarios:

  1. Mucho, qué digo mucho, muchíiiiiisimo más interesante está la exposición -gratuita- que hay en la misma Fundación Canal sobre Dalí ejerciendo sus funciones de ilustrador. Hay unos dibujos exquisitos sobre Gargantúa y Pantagruel de una calidad excepcional. Sobregrabados de Goya-Dalí, magníficos. Y unos dibujos algo naïf y sensacionales de las fábulas de La Fontaine.

    IMPRESCINDIBLE.

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  2. Y unos dibujos algo naïf y sensacionales de las fábulas de La Fontaine.

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