8/6/11

El decimocuarto rugido de la bestia parda

Catorce años ya. Parece que fue ayer cuando le vi con sus patas largas y sus enormes orejotas entrando tímido al salón de la casa de mis padres. Apenas pesaba cuatro kilos. ¡Mi niño!

Aquí le tienen: mi húngaro favorito con su cara de 'quiero más mimos'.

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