Propuestas musicales XII¡Es Música!

Tengo varias rutas más o menos fijadas para ir a dar un paseo con la bestia parda todas las mañanas y todas las tardes. Me gusta ir al menos una vez al día a un parque muy grande que hay cerca de casa, pero cuando no tengo mucho tiempo, prefiero perderme por las callejuelas de mi barrio. Un barrio peculiar a medio camino entre un polígono industrial abandonado y un conglomerado de urbanizaciones nuevas de ladrillo que crecieron como setas a tenor de la burbuja inmobiliaria. En medio de todo ello varias factorías de música en las que los grupos ensayan sus composiciones.

Me gusta dar una vuelta por ahí, ir escuchando el soniquete asfixiado que sale de los locales de ensayo. Unos días te encuentras con Ray Charles, otros días con Radiohead, otros días con Nirvana... Pero hoy casi no había nadie ensayando, las luces de los locales estaban apagadas, los bares prácticamente vacíos.

La tormenta inundaba la calle de agua. El sonido de una prensa que no dejaba de girar el rulo de papel y el de una gillotina que no dejaba de cortarlo salía por las ventanas de una vieja imprenta, el tintineo de las gotas cayendo sobre el capó de los coches, los roncos truenos..., todo el batiburrillo de sonidos parecían más bien el ritmo frenético de una batucada brasileña que no se cansaba de darle a los chocalhos, a los tamborines, a las cuicas. ¡Era Música!

En un momento me he sentido como Selma, el personaje de Björk en Dancer In The Dark, y me han dado unas ganas locas de coger a mi enano cánido para bailar con él en una improvisada coreografía.