29/5/12

En el despacho de pan

- Es que no es lo mismo, ¡no es lo mismo! por mucho que te digan.

- Pues a mí me parecen iguales. No les encuentro otra diferencia, salvo que en la tele cuesta una pasta y en los chinos seis euros.

- Que no, mujer, qué cabezona eres, ¡coño! A esta cartera si le pasa un coche por encima, ¡la revienta!


- Poj vale...

Conversación a tenor del fantástico anuncio que pasan a toooooooodas horas en La Secta 3. Y me llaman a mí freak por ir hace una semana a Valdemoro a ver (y fotografiar) una rotonda con la estatua gigante de un astronauta. En fin.

4 comentarios:

  1. Las tiendas de los chinos son un misterio insondable, una especie de casino kistch en el que puedes hacer el hallazgo de tu vida o gastar miserablemente el sueldo de una semana en mínimos plazos a partir de sesenta céntimos.

    Joé, qué frase.

    Y oye, ¿desde cuando te autocensuras? (El Reader es traidor, que lo sepas)

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  2. ¿Cómorlllll? ¿Autocensura? Ô_ô Ay, la firgen... Lo mismo le di a publicar antes de leer y, sí, el Reader es un cascarito, el tío.

    Aaaaah... ya caigo... ¿es porque he borrado el post? Puafff, tendría que borrar el blog entero, Neo, que no digo más que memeces. :-D

    La frase ¡mítica! pero es que en el anuncio te muestran cómo le pasa un coche por encima a la cartera y se queda intacta. Yo creo que sería capaz de conservarte las bandas magnéticas de las tarjetas de crédito incluso después de una catástrofe nuclear. Es como las cucarachas, una survivor. XD XD XD

    Ea, voy a apagar el chisme este llamado wifi, que mi religión gremlin me prohibe conectarme más allá de las 21 horas.

    Besote.
    C.

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  3. Lo mejor es eso: la señora realmente considerando como algo muy a tener en cuenta, a la hora de comprar una cartera, el efecto que sobre ella tiene que le pase un coche por encima; algo que, como todos sabemos, pasa mucho.

    Es alucinante lo que hacen con nosotros.
    Ah, mi hijo dice que quiere un picador-rallador por su cumpleaños; en naranja, creo. Lo ve en tele-tienda.

    Un beso.

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  4. Uy, uy, uy, la teletienda tiene muuucho peligro. Piensa que Carlos aún no es un adolescente: no hay peor cosa que enchufarte a la tele a altas horas de la noche de un sábado a domingo. Puede ser la perdición monetaria.

    Por cierto, hmmm, en algún momento de mi vida fui creata publicitaria (aún lo soy). Ni te imaginas los vericuetos de la manipulación comunicacional, no solo a nivel publicitario. También es verdad que esta plaza pública que es la w 2.0 ha puesto a algunos en su sitio, peeero...

    Otro beso para ti y no le compres el picador al pequeñajo, seguramente no valga para nada (te lo dice una que fue flipada de la cocina).

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