Propuestas musicales XXIII.MCA

Liada, liada, liadísima estoy: esta semana termino mi máster/curso/llamémosloequis y voy a tope, pero no puedo dejar de gastar unos minutos escribiendo unas palabras sobre MCA, alias de Adam Yauch. El cáncer le venció el pasado sábado a los cuarenta y siete años y de veras que me ha afectado mucho. Supongo que me siento como los miles de americanos (ciudadanos del mundo en general) que se llevaron las manos a la cabeza cuando encontraron a Marilyn Monroe muerta en su casa o cuando tirotearon a Jonh Lennon en NY o qué sé yo.

Los Beastie Boys son una de las bandas que forman parte de mi vida, de mi memoria juvenil y no tan juvenil y siempre siempre siempre les asocio a buenos momentos. Me habría encantado verles en directo a los tres.

Estos chavales tuvieron el morro de abrir el camino del rap y el hip hop a los blancos. No se libraron del aluvión de críticas malas -precisamente por ser blancos- y de críticas buenas -primer disco de rap que entró en la lista Billboard, tres premios Grammy, un premio MTV, etc.-  que License to Ill, su primer y alucinante disco de rap, generó en la a veces encorsetada industria musical.

Pero Adam Yauch no se quedó apoltronado en el éxito musical, y sin las grandes alharacas que otros famosos despliegan ante cámaras de fotos y cadenas de televisión, fue un comprometido activista en la liberación del Tibet y en la asistencia a los afectados por los atentados del 11-S. Es necesario decir que parte de los beneficios que Beastie Boys generan se destinan directamente al apoyo de diferentes causas sociales.

Y para concluir con este sencillo panegírico/obituario, MCA también fue Nathanial Hörblower, pseudónimo con el que firmó varios proyectos cinematográficos, incluidos varios videos de los Beastie, y brindó su apoyo a directores noveles.

Como ven un hombre del Renacimiento en pleno siglo XXI, este siglo nuestro en el que parece que enardecemos la especialización enfermiza en detrimento del diletantismo cultural.

Con tanto cabrón suelto que se merece lo peor, es una pena que se nos vaya gente tan maravillosa.

Perdón por la sobrecarga en sus laptops, smartphones y torres de pc, pero aquí va una selección de mis momentos Beastie Boys.

Uno_ Flechazo total. Mi panda y yo desgañitándonos en el antro más mugriento de mi pueblo con esto:


Dos_ Uno de mis novios y yo comenzando una relación madura de cara a la galería mientras saltábamos como niños en el sofá de su casa escuchando esta canción. ¡A-L-U-C-I-N-A-N-T-E!


Tres_ Los fiestones de quinto de carrera en una casa que era como el coño de la Bernarda: todo dios aparecía en alguna de sus estancias -hasta los polis- escanciando sidra en las bañeras del baño, jugando al tenis en el salón y bañándonos en pelotas en la piscina para asombro de vecinos (que debieron suspirar aliviados el día que terminamos la Uni y nos piramos). El caos más maravilloso de mi vida.




Cuatro_ Las clases de edición de video y sonido con un profe medio tarado que producía discos para Julio Iglesias. Esa sensación de cámara oculta miércoles tras miércoles que nos conseguía transmitir, ¡ay! Ô_Ô


Cinco_ ¡Barbies y Kens que no parecen maricas! Pierdan estos geniales once minutos.


Seis_ Las batallas musicales que nos montamos de vez en cuando en el feis mi colega Traumaboy y yo que ¡me encantan!


Siete_ Hace unos días en casa de unos amigos tras la derrota del Real Madrid (sí, también fue un buen momento. ;-) ).


Sentimentalismos aparte, ¡larga vida a los Beastie Boys!