21/2/13

Diálogos con la almohada IX

Tengo que comentar con mi almohada una cosa que me viene pasando desde hace un tiempo: he perdido rapidez mental, agudeza y por ende audacia. Aspectos de mi carácter que me encantan porque, frente a la enfermiza timidez en el tête à tête, me proporcionan cierta trinchera. Pocas cosas me gustan más que la perplejidad en los otros y el juego de seducción intelectual con los otros.

Sin sagacidad paso a ser un ente pusilánime que no sabe por dónde le da el aire. Un ser sin gracia. Un pasmarote en cualquier reunión social. No es ya solo eso, sino que mi trabajo también va perdiendo calidad por tal circunstancia y eso me preocupa. Mucho.

La verdad es que hay veces, cada vez más, que me siento irremediablemente como una auténtica imbécil.

(Perdonen, es que llevo unos días to' choff.)

2 comentarios:

  1. Ummm
    Creo que te lo tomas demasiado a pecho. Intentar ser tan competitivo es malo, quizá te hayas dado cuenta de eso y ahora busques más colaboración.
    La perplejidad en los demás está bien, pero mucho mejor la de uno mismo, porque demuestra que está vivo y aprende.

    ResponderEliminar
  2. Sí, la verdad es que tengo un jaleo mental importante. Mi almohada siempre me dice que soy mi peor enemiga. Pero ¡hey! que soy muy colaborativa, hombreya (y también creo que por eso me va como me va; lo discutiremos frente a un mojito ;-) ).

    "Todas las personas mayores fueron al principio niños. Aunque pocas de ellas lo recuerdan." Es de El Principito y por suerte pertenezco al segundo grupo. Solo tienes que llevarme a un vivero, un concesionario o una tienda de juguetes para que lo veas.

    Un besazo.

    ResponderEliminar