6/3/13

Empapada y feliz. Sí, feliz. 
Yo La Tengo, Live in Madrid 5/Mar/2013.

Podría decir que esto va a ser una Crónica Trasnochada al uso, pero no lo va a ser. Los que vengan buscando una conciezuda narración sobre el concierto de anoche, no la van a encontrar.

Podría decir que de los cinco directos de Yo La Tengo que he disfrutado ninguno ha sido igual, aunque el repertorio fuera parecido.

Podría decir que en las tres horas de ayer no bajaron de intensidad ni en un solo minuto. Ni en la parte acústica (en la cual ejecutaron sobre todo temas de Fadesu último larga duración), ni en la ruidista (en la que dieron un repaso a toda su carrera).

Podría decir que poco importa que el teclado no estuviera conectado al empezar Well You Better y tuviera que ir la propia Georgia a enchufarlo. O que en un par de veces casi no se escuchaba la voz de Ira.

Podría decir que la primera parte de las dos programadas (más dos bises) terminó con una de las primeras canciones que yo escuché de la banda -Nowhere Near- y que me emocionó hasta el punto de derramar lagrimilla y todo. :'-)

Podría decir que eso de ser "una banda de culto" no se les ha subido lo más mínimo a la cabeza y que aún charlan con su audiencia como si se tratara del vecino de cuarto preguntándote en la escalera «¿cómo va todo?»

Podría decir que no tocaron Tom Courtenay, ni falta que hizo.

Podría decir que los tres músicos de Hoboken (New Jersey, EEUU) se pueden permitir el lujo de finiquitar un recital con What Can I Say, invitando a vaya usted a saber quién (¿John McEntire, su nuevo productor? aunque no se parecían mucho...) a tocar el órgano, desbarrando, desafinando a posta, riéndose, disfrutando del trabajo bien hecho, comentando entre ellos «podríamos estar así toda la noche».

Podría decir que solo Yo La Tengo (tal vez un par de músicos más) consiguen que venza mi pánico a las multitudes situándome en las primeras filas para poder verlos a dos metros, aunque tenga los ojos cerrados gran parte del tiempo.

Georgia, James y Ira (mi guitarrista actual favorito).
Pero no, no lo voy a decir.

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