13/7/17

Un decálogo ecologista más. Uno de andar por casa.

Creo que fue JFK el que dijo algo así como no mires lo que tu país puede hacer por ti, mira lo que tú puedes hacer por tu país, ¿no? Es una frase que me gusta, sin embargo prefiero aplicarla a otros ámbitos, no al estrictamente patriótico, entre otras cosas porque no creo en las patrias (ni en las fronteras ni en nada que separe a unos de otros) y tampoco creo demasiado en los políticos actuales.

Todo esto viene a colación porque hoy, buscando información sobre las patéticas chapas y camisetas que han lucido algunos abrazafarolas en estas fiestas de San Fermín, me he topado con un estado en el timeline de Barbijaputa (este) que me ha hecho saltar un engranaje en la cabeza. Muchas veces estoy de acuerdo con las opiniones de esta bloguera, aunque en este caso no puedo estar más en desacuerdo.

Decir que, tal y como escribe Barbijaputa, por supuesto que Rajoy y Trump (y el resto de los líderes políticos mundiales, que aquí nos estamos jugando el pescuezo todos) tienen en su mano la posibilidad de que cambien las tornas, peeeero, sí, querido lector, usted, desde su portátil, móvil, tableta o desde donde sea que está leyendo este humilde post, también puede cambiar el rumbo de la actual debacle terrícola con unos sencillos gestos que tal vez ni se haya parado a pensar, al margen de reciclar –reciclar todo, hasta los cedés y los tejidos, pasando por el aceite de la sartén, la tinta de la impresora y los aparatos electrónicos–, cambiar las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo o led, apagar las luces, cepillarse los dientes, afeitarse, enjabonarse con el grifo de agua cerrado y demás cosillas de primero de ecologismo.

Llevo tiempo haciendo este decálogo, apuntando ideas que voy oyendo y acoplando a mi forma de vivir (¡no es nada difícil ni incómodo!), y creo que ha llegado el momento de hacerlo público, precisamente en el día que uno de los icebergs más grande de la historia se ha desprendido del continente helado. Por supuesto, se admiten sugerencias. Esto es un trabajo colaborativo (abajo están los comments ;-D).
  1. Desenchufen todos los aparatos electrónicos que no estén utilizando, especialmente los que tienen un adaptador de corriente (como por ejemplo casi todos los cargadores de móvil y portátil que, por cierto, es interesante además desenchufar en cuanto estén cargados totalmente). 
  2. Apaguen la tele o cualquier electrodoméstico desde el interruptor. No los dejen en standby, sólo apagados con el mando a distancia; con el pilotillo rojo encendido, para entendernos. 
  3. A la hora de comprar estos electrodomésticos, comprueben que se pueden apagar por completo. Hoy en día existen teles, aires acondicionados, cadenas musicales, vitrocerámicas, regletas, etcétera que siempre se quedan con el piloto rojo encendido, lo cual genera un consumo energético fantasma del que deberíamos huir como de la peste.
  4. Si les gusta ducharse con agua caliente, recojan el agua mientras que se templa en un caldero. Este agua se puede usar perfectamente para regar las plantas, llenar la fregona, lavar alguna prenda a mano, vaciar la cisterna...
  5. Hablando de cisterna. Si no tienen un sistema de doble vaciado –con dos botones para aguas menores o mayores–, rellenen una botella con agua o arena o con algo que pese. Una vez tapada, introdúzcanla en el depósito. Ahorrarán muchos litros al mes. Por cierto, el wáter no es el cubo de la basura (y creo que no hace falta explicar más, ¿no?). 
  6. Comentarles también que las toallitas húmedas, por muy biodegradables que dicen ser, no lo son y atascan las turbinas de las potabilizadoras de agua. Mejor tírenlas al cubo de la basura orgánica. Lo mismo pasa con los pelos, ¡a la basura orgánica con ellos!
  7. No hace falta tener el congelador a -20ºC ni la nevera a 2ºC. Con -16ºC para el congelador y 5º para la nevera es más que suficiente. Y si quieren descongelar algo, sean previsores y háganlo el día de antes (lo meten en la nevera para que vaya descongelando poco a poco y de paso ahorran electricidad).
  8. Regulen el aire acondicionado y las calefacción con un termostato. Si no hay termostato, e incluso habiéndolo, cierren los radiadores o las salidas de aire de las habitaciones que no se utilizan (y sus puertas). 
  9. A propósito, si están solos, igual les compensa tener un ventilador. Refrescan casi igual que los aires acondicionados, son más saludables y consumen mucho menos. Con el tema de la calefacción, también es interesante ponerse un jersey de lana encima de la camiseta antes de subir un grado más la temperatura. Además, pasar un poquito de frío, si se está sano, no es malo, al contrario (es mucho peor para la salud estar continuamente, los 365 días del año, a una temperatura constante entre 20 y 25ºC).
  10. Si hace calor, bajen las persianas, corran las cortinas, provoquen corrientes de aire naturales abriendo las ventanas. Si hace frío, aprovechen los rayos de sol subiendo las persianas, descorriendo las cortinas y cerrando a cal y canto ventanas y puerta principal. ¿Qué tal instalar burletes si las ventanas y/o puertas son antiguas?
  11. Con diez minutos es suficiente para ventilar una habitación en invierno.
  12. Aunque existe el impuesto al sol (sí, en España somos así de inteligentísimos), es más que interesante invertir en la instalación de paneles solares para autoconsumo. También saber qué tipo de energía consumen prioritariamente nuestras empresas suministradoras y actuar en consecuencia (cambiar si no nos convence u ofrecen peores tarifas).
  13. Procuren usar la lavadora y el lavavajillas lo más lleno posible.
  14. Salvo que se desarrolle un trabajo en el que se atrope mucha suciedad (se me ocurren, por poner ejemplos, asfaltar carreteras, labriego, pocero...), la mayoría de la ropa se puede lavar en agua fría o a 30ºC todo lo más.
  15. Eviten el uso de secadora si tienen un tendal, sobre todo uno exterior. El viento seca de maravilla la ropa (y la arruga menos).
  16. Recuerden que el aceite de las conservas también se recicla.
  17. Ah, y laven los envases de cristal antes de arrojarlos al contenedor de vidrio, sobre todo los que han tenido algún producto aceitoso, porque con residuos grasos no se pueden reciclar.
  18. Para limpiar no hace falta tener veinte mil productos diferentes. El vinagre, el limón, el bicarbonato, los jabones de Marsella, de Castilla (Lagarto de toda la vida) o de Aleppo han sido los productos estrella durante siglos para mantener limpios los hogares (los jabones también para la limpieza personal).
  19. Protéjanse del sol con cremas solares a base de filtros físicos, no químicos. Lo digo por la salud de su sistema endocrino y el bien de la fragilísima barrera de coral.
  20. A nivel cosmético en general pasen de todo tipo de productos basados en derivados del petróleo (aceites minerales, parafinas, etcétera). Sí, sí, nos estamos echando petróleo al pelo y a la piel. Tal cual. Nuestros baños son como la marea negra de BP en el Golfo de México (¿recuerdan?).
  21. Si se atreven con pañales de tela, mejor.
  22. Para las mujeres: pasen de tampones y compresas. Existen las copas menstruales. Más económicas y sobre todo más ecológicas (y geniales cuando vas de viaje y no tienes que cargar con dos cajas de productos de higiene femenina).
  23. No tengo ninguna evidencia de que los guantes de plástico de las fruterías autoservicio sean malísimos de la muerte, pero casi seguro que son peores que la mierdecilla que se acumula en nuestras manos tras un día de trabajo normal y corriente y con unos hábitos de higiene estándar (otra cosa es que uno trabaje investigando patógenos o entre la basura). Al margen del residuo plástico inasumible que se genera por su uso.
  24. Llévense tote bags o bolsas reutilizables a la compra. Si por casualidad se les olvidan en casa o tienen que hacer una compra imprevista, reutilicen las bolsas de plástico o tírenla en el contenedor correspondiente. En general cualquier plástico es poco ecológico, incluso los que supuestamente son reciclables.
  25. Compren todo lo que puedan a granel. Existen supermercados en los que incluso te puedes llevar tus propios recipientes y rellenarlos para no tener que usar bolsas de plástico o papel.
  26. ¿En serio les gustan los cafés de cápsula? Cada cápsula contiene 3 gramos de café (y a saber de qué tipo) y genera 5 gramos de residuos sólo por su envasado. 
  27. Optimicen las compras online haciendo un pedido grande en vez de varios pequeños (¿han oído hablar de la huella de carbono? pues enviar un paquetín enano de una punta a otra del país, genera una huella de contaminación terrible).
  28. No hace falta tener el móvil, portátil, cámara de fotos, tele, lo que sea último modelo. En serio: no es necesario para nada ni le hace a uno más feliz y realizado (lo que posees te acabara poseyendo, recuérdenlo o hagan mudanzas cada poco y lo sufrirán en sus propias carnes). Militemos en el maravilloso mundo del decrecimiento ;-)
  29. No tiren las cosas a la mínima avería. Hay que reparar antes de comprar un producto nuevo. Sí, ya sé que a veces sale más barato comprar uno nuevo que arreglar el estropeado (las impresoras, la ropa low cost, por ejemplo). Pero no nos engañemos, le sale barato al bolsillo individual, no al planetario. 
  30. Compren productos de temporada. No solo frutas y verduras. También existen pescados de temporada. Así evitaremos la sobreexplotación de nuestros mares y huertos.
  31. Traten de consumir productos kilómetro cero, es decir, producidos cerca. Traer una sandía desde Sudáfrica hasta España para darse el capricho de comer dicho producto en diciembre (por poner un ejemplo) es una barrabasada a nivel contaminación.
  32. Preocúpense por lo que comen, por cómo y dónde ha sido producido. El caso más claro es el de los huevos de gallina. Todos tienen un código impreso. Si empieza por 3, el animal que ha puesto ese huevo jamás ha vivido en libertad y solo se ha alimentado de pienso. Con la carne ocurre lo mismo. Ganadería industrial no, por favor. 
  33. Ya que sale el tema de la ganadería industrial, intenten basar (y digo basar, que no hace falta convertirse en vegano o vegetariano: somos, por naturaleza, omnívoros) su alimentación en vegetales y frutas, claro está, de agricultura sostenible.
  34. Saber cocinar es ecológico. Sí. La comida procesada genera una cantidad de residuos elevadísima (véase punto 26), al margen de lo perjudicial que es para nuestra salud.
  35. Usen servilletas y pañuelos de tela. 
  36. Reutilicen los folios impresos por una sola cara. Se pueden tirar directamente al contenedor de papel, vale, pero también se pueden hacer, por ejemplo, libretas para apuntar notas, la lista de la compra...
  37. No acumulen medicamentos a lo tonto (la Seguridad Social no es gratuita: la pagamos entre todos) y sobre todo, no les tiren a la basura orgánica o, peor, por el wáter. Lleven los blísters a los puntos de reciclado que cualquier farmacia tiene.
  38. Es difícil encontrar tejidos que no tengan fibras sintéticas, pero si pueden permitírselo, usen solo fibras naturales (algodón, lino, lana, seda...). Y si ha sido teñida con tintas eco y confeccionada cerca (recuerden: kilómetro cero), ¡infinitamente mejor!
  39. Si tienen plantas y/o huerto, intenten fumigar lo mínimo posible. Es más, háganlo únicamente en caso de extrema necesidad. Existen insectos beneficiosos (las arañas y las mariquitas, por ejemplo, que se comen los pulgones) y también plantas que ahuyentan bichos (la albahaca, que además es bien bonita y sirve para hacer unas ensaladas y pizzas estupendas).
  40. No sean guarros. Recojan las basuras que generan (sobre todo los plásticos y colillas de cigarro) cuando van al campo, la montaña, la playa o a dar un paseo por su su barrio.
  41. Apaguen el motor de sus automóviles cuando estén parados, esperando a alguien o enviando un mensaje desde el móvil.
  42. Conduzcan con las marchas más largas que puedan y sin dar acelerones. Si tienen pasta para comprarse un coche eléctrico, mucho mejor. Y diésel, yisuscruaist, ¡no! Nunca. Jamás.
  43. Suban y bajen por las escaleras de toda la vida. Los ascensores fueron diseñados para ascender, normalmente con cargas pesadas. Si lo que transportan es su cuerpo sano, no los necesitan. Sus sistemas cardiovascular y motor y el planeta se lo agradecerán. ;-)
  44. Recuerden que después de quemar deliberadamente un bosque, pocas cosas contaminan más que coger un avión. Viajar mola, pero viajar al tuntún, no mola nada. Planifiquen bien los viajes, compartan coche o usen transporte público, intenten andar más, coger la bici, ¡que es sanísimo!
Como colofón decirles que el futuro (uno no muy lejano) será verde o sencillamente no será. Está en nuestras manos, no solo en las de los políticos. Piensen en global, actúen en local.

No hay comentarios:

Publicar un comentario