18/10/12

Propuestas musicales XXXI  
Aquel momento de mi vida en el cual podía ausentarme de la ofi para comprar unos mil discos y otras tantas entradas de directos

(Lo sé. Soy consciente de que estoy pesadita con sugerencias musicales.)

Mi relación con la Música es de purito amor. Desde luego siempre ha sido así cuando moi era la que estaba detrás de la pletina del radiocassette de turno. Esa relación de amor suele cambiar en los lugares de trabajo, esa jungla de pladur decorado con láminas del Ikea en la que M-80 (Kiss FM o ¡el horror! Cadena Dial) inunda las estancias -físicas y mentales- con sus potosas ondas hertzianas.

De vez en cuando sucede (en los lugares de trabajo) que se da una especie de pequeña democracia en la que se permite a las minorías escuchar algo que nos guste. Recuerdo una fría tarde otoñal, como la de hoy forexampol, en que puse a Van Morrison y casi me plantan la carta de despido en la mesa. Así que por no tentar a la suerte, decidí que lo mejor era poner Radio 3 o Ibiza Global Radio y si había que echarle las culpas a alguien, ya estaban los locutores con sus "desacertadas" elecciones. Mientras tanto yo me aseguraba la paga mensual de mi exigua nómina de esclava.

Uno de esos democráticos días sonaba un batiburrillo como si Paganini hubiese compuesto para Farinelli añadiendo a sus partituras pianos épico-metaleros. o_0 ¿Ustedes conocen esa sensación en la que todo el pelo del cuerpo se te pone como escarpias y de repente no puedes hacer otra cosa más que dejarte llevar por lo que en ese momento esta sucediendo y que te está poniendo precisamente de aquella manera? Pues así me quedé, oigan.

Abducida por lo que mis lóbulos temporales estaban procesando me levanté (hipérbole on) sin mediar palabra (hipérbole off) y me fui al Fnac. Compré el Showbiz y el Origin Of Symmetry. Volví al curro, me enchufé los cascos y continué con mi flipe particular.

También compré la entrada para ir a verlos el 15 de Octubre de 2001 a la Riviera. Entonces nadie hacía cola ni se caían los servidores para poder acudir a un concierto de Muse. En aquel tiempo los tres chavales vestidos de chándal no llenaban las salas, pero se les escuchaba de la misma forma que a un coro de ángeles y sus espectáculos eran simple y llanamente grandiosos sin necesidad de artificio alguno.

Les vi en 2006, algo más mainstream, pero igualmente deliciosos tiñendo el escenario con pequeñas candelas a modo de estrellas mientras que un cañón de luz iluminaba un piano de cola negro.

Con la entrada en la mano no pude ir a verlos en 2009. Tuve que hacer de canguro de Mom. Uno de mis amigos colgaba vídeos en Facebook y yo acabé esa noche con muñones en las manos en vez de dedos con uñas.

Tocan pasado mañana y, en fin, el 14 de Junio del presente año se colapsó el servidor de Ticketmaster y mi tarjeta de crédito.

Les dejo con una de mis fav's en directo (el final me eeeeeeempaaaaanaaaaaa) mientras me retiro a mis aposentos para llorar desconsolada hasta que los ojos me ardan y la piel de la cara se resquebraje. ;-)



Feliz fin de semana, bloggers. Tengan por seguro que a mí me encontraran el sábado por los bares olvidando mi aciago presente (jo, jo).

PD. ¿Algún alma caritativa por la sala que casualmente tenga entradas..?


¡¡¡ACTUALIZACIÓN DE ULTIMÍSIMA HORA!!!
Mi vecina -a la cual no conocía hasta hace cinco minutos- me acaba de dar su entrada porque ella no puede ir.
Ays, la leche, estoy llorando pero de emoción, coño. El caso es, de una manera u otra, devastar mi cutis de bebé.
:''''''''''''''''''''-DDDDDDDDDDDDDDDDDDD
(Para que luego digan que ir al bar de la esquina a beber cervezona después de currar -mientras lees el Metrópoli y te lamentas amargamente por no poder ver a Muse- es mala cosa.)

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