28/12/16

Moviéndome en círculos.

De un tiempo a esta parte -digamos que de cinco o seis años a esta parte- vivo en un círculo del que no soy capaz de salir. Más que círculo podría decirse que es una espiral porque no siempre llego al mismo punto sino que cada vuelta que doy, me da la sensación de ir descendiendo (o ascendiendo, quién sabe).

La cosa es más o menos así. Consigo estar centrada en mis -MIS- proyectos / inquietudes personales e intransferibles. Si no estar metida en faena por completo, al menos con un cierto plan que marca los siguientes pasos que dar.

Pasa algo. Lo que sea. Desde la búsqueda de unos papeles perdidos en el transcurrir de los días que de repente te solicita un juez supongo que aburrido, hasta una acumulación inusualmente desmedida de camisas por planchar o unas compras de última hora. ¡Qué sé yo! (A veces llego a pensar que hasta bajar a por la barra de pan me propasa.)

Suelto lo que estoy haciendo -o sea, MIS inquietudes personales e intransferibles- e intento que la entropía no se desborde más poniéndole cierto coto.

Cuando gobierno lo acaecido, me siento cansada y desnortada (como en este preciso instante) y no sé por dónde tirar. Me dedico a mirar todos los feeds que tengo retrasados, reorganizo (bueno, decir que reorganizo es mucho decir) el email y la vida virtual en general, tiro cosas, cositas más bien...

Solo después (y no siempre llego a este punto) reviso dónde me había quedado exactamente con MIS inquietudes personales e intransferibles y comienzo a trazar el nuevo plan.

Me pongo con ello y pasa algo. Lo que sea. Una mudanza, por ejemplo.

Etcétera, etcétera, etcétera.

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