8/7/05

El horror

Hace aproximadamente tres o cuatro años que no veo en condiciones una película de género bélico que, hoy por hoy y a mi modo de entender el cine, es decir, de manera totalmente prosaica, es de lo mejor que he visto. En mi “lista” ocupa el primer puesto en cuanto a cine de guerra se refiere. El libro del que parte la película también está entre mis favoritos.

Estoy hablando de Apocalypse Now de Coppola y del libro de Joseph Conrad El Corazón de las Tinieblas. Ambos con localizaciones diferentes –uno en la Guerra de Vietnam, otro en el salvaje y misterioso río Congo en la África Colonial del siglo XIX- narran un viaje que, plagado de metáforas, más bien creo que es un viaje hacia el interior de uno mismo, hacia el lugar donde se encuentra la locura y ese punto de inflexión, ese punto de no retorno donde todo cambiará para siempre.

Y todo esto por qué. Muy sencillo. Ayer de nuevo el horror se apoderó del mundo. Primero Nueva York, algo increíble para el mundo de occidente en aquel momento. Yo lo vi en la estación de Metro de Moncloa y pensé que era una película con unos sorprendentes efectos especiales hasta que me di cuenta que no, que era real. Luego Madrid. Por desgracia este le viví, como todos los madrileños, en primera persona. Tardé una semana en poder llorar. Y ayer Londres. Con un susto morrocotudo empecé a llamar a mi prima Eus que vive en la capital británica sin ninguna suerte. Llamé a su madre y poco después su madre me llamó a mi para decirme que no le había pasado nada. A ella no. A su marido tampoco. Pero a aproximadamente 738 personas sí. Treinta y ocho ya no lo contarán. De los 700 heridos, veremos a ver. Esta mañana he llorado entre cruasáns recién hechos, café y sacarina.

No me extiendo más. Os dejó con una minúscula parte del guión del señor John Milius. Unas palabras que, no sabemos si en plena locura o en plena cordura, el Capitán Kurtz piensa en alto delante del que será su verdugo, el Teniente Willard.

***
Kurtz está muriendo y susurra sus últimas palabras.
KURTZ: El horror. El horror.

Willard encuentra un manuscrito de Kurtz donde dice:
"Lanzad la bomba. Exterminadlos a todos."

Willard abandona el templo entre nativos con arcos y flechas. Deja el machete delante de ellos y recoge a Lance para volver juntos al bote.
Willard apaga la radio. Un largo camino de regreso les espera...

"El horror. El horror."

***
PD. Los que habéis visto el film sé que no me malinterpretaréis. Yo no soy partidaria del exterminio de nadie. Creo que el peor de los castigos para semejantes especímenes es prolongar lo máximo posible la vida de estos haciéndoles sentir una culpabilidad extrema y no menos grande de la que deberían de sufrir de aquí a que la muerte se acuerde de ellos. Igual que le sucederá, con toda seguridad, al Teniente Willard.
PD. Y perdón por la traducción del guión. Seguramente es bastante mala. Esta tarde me veré la peli y lo podré corroborar.


Besitos.
Calamity.