23/9/05

Estabilidad laboral

He de reconocer que me apasiona el mundo de la creatividad publicitaria (el modus operandi, para entendernos). Desde que inicié la carrera supe que o bien iba a ser creativa (que es lo que soy) o bien a ser reportera (que es la espinita clavada en lo más hondo de mi corazón).

Y todo esto por qué. Pues porque ayer estuve en una fiesta en la cual se presentaba el Anuario de la Creatividad Española junto a una conferencia ofrecida por Erik Kessels (http://www.kesselskramer.com/ No os asustéis, parece una óptica, pero no lo es) en Barcelona hace una semana y me quedé boquiabierta. No sé qué demonios le pasa a esta santa profesión porque sólo estaban o los grandes grandes creativos de este nuestro país o los –digamos- becarios y gente recién licenciada (unos posturitas la mayoría de ellos de flipar). Vamos que no conocía a nadie que no fuese grande grande (conste en acta que yo soy una pringadilla, de grande no tengo más que la talla de la braga-faja).

En un pis pas me cuestioné yo a mi misma: ¿y dónde coño se ha metido la gente de mi generación? ¿estarán trabajando? ¿les habrán mandado a tomar por el culo después de años cobrando una miseria gracias al reemplazo de las nuevas generaciones? Me gustaría creer más lo primero, esto es, que estaban haciendo horas extras por la patilla. Pero no sé porqué me inclino más por lo segundo. En este “agradecido” mundo o pegas el pelotazo o te vas a la puta calle con una mano delante y otra detrás (porque lo de hacer contratos, en fin, que no es la moda).

A mis especulaciones sobre la estabilidad laboral se unía lo que a priori debería ser un triunfo, pero que a mi me sume en la más profunda de las tristezas (una exageración de las mías, simplemente estoy con una apática): me han hecho fija. Sí, sí, fija. Vamos, indefinida. Eso que en esta profesión es tan difícil como que te toque la lotería primitiva marcando sólo cinco cruces en el boleto. Y estoy taciturna. Manda huevos.

Habría que tomárselo como un éxito y sólo lo veo un estancamiento creativo al cien por cien. Encima ni me conceden una sacro santa hipoteca para poder abandonar a mi compañero de piso y a las cuquis. Mierda de estabilidad laboral.

Hale, después de los ánimos, os deseo un feliz weekend (como diría cualquier creata que se precie).
Calamity.