13/9/05

Taza y media

I. LA FAMILIA CRECE
Sí, mis queridos blogueros. He de decir que, por si no fuera poco con la invasión de cuquis –cucarachas para aquel que no sea competente en la materia- que de vez en cuando se hace sitio en la cocina del zulo madrileño, hemos aumentado el número de habitantes potenciales de mi hogar. Vamos, que mi compañero de piso ¡¡¡SE HA ECHADO NOVIA!!! (Por fin, dios mío, por fin has escuchado mis súplicas). Pensé que se iba a quedar para vestir santos después de esa manía persecutoria suya a la hora de elegir una pareja. Madre que, como decía otro colega de la cuadrilla –mi queridísimo L-, había que hervírselas antes de que las catase. Tantos años juntos y esta es la segunda novia que le conozco.

Esto… Oops, se me ha olvidado un detalle: aún no la conozco.

Claro, claro, claro, que mi compi es más hermético que un Tupperware y a mi no me ha contado nada… Que me he enterado gracias a la increíble soltura de lengua del amigo Litros…

Vamos, que estoy que no me lo creo. Que todavía no he llegado a casa y me he encontrado la puerta cerrada de la habitación, pero que cuando suceda –seguramente pronto a juzgar por los lotazos que se estaban dando el pasado sábado según ciertos dimes y diretes-, descorcharé un buen vino tinto de Rioja (o Ribera; cómo se enteren los de mi tierra) y lo celebraré. Ay virgen, virgen, para un fin de semana que hay algo insólito que ver en Madrid y yo por ahí perdida a trescientos y pico kilómetros…Y hasta aquí puedo leer Mayra.

II. SOLSTICIO DE OTOÑO
Me voy a tener que ir acostumbrando al solsticio hiemal en el trabajo, esto es, a seis meses de la más absoluta desidia y otros seis meses de curro a ritmo desenfrenado. Si sois un poco despiertos, os habréis dado cuenta de que estoy en esa parte del año en la que la noche se hace con el día. Hijos míos, no doy abasto. No tengo depre post vacacional porque aún no he tenido tiempo de pensar que estoy reincorporada al trabajo. Eso sí, bendito sea. Siempre me he gustado más de la noche. ;)

Por si fuera poco mañana tengo la presentación del proyecto final del postgrado en Museografía y, lo peor, NO LO TENGO NI MEDIO HECHO. Vaya nochecita que me aguarda… Eso sí, he estudiado como una jabata. Todo el día con libros pa’cá, libros pa’llá y venga a pasearlos por el Metro, y venga a pasearlos por Palencia. Total para nada (voy a dejar mi papel de protomártir por un momento: le he pedido una prórroga a mi profe. Uff).


Y, no vamos a mentar la sacro santa quedada organizada -queriendo y sin querer- por la Divina (http://blogs.ya.com/ladivinagilda) que, aunque parezca que no estoy haciendo nada y sí, es cierto, poco estoy haciendo, algo hago. Hoy viendo el correo me he dado cuenta de que ya está el sitio para yantar escogido… Tarde, mal y nunca. Así se titularía mi biografía.

Horrorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr. Acabo de recordar que este fin de semana trabajo de camarera… Un válium, por compasión, un válium.

¿Comprendéis ahora porque ni comento, ni leo, ni escribo, ni veo mi correo, ni nada de nada? -eso sin contar con la persecución contra el golpe de tecla y la llamada telefónica intempestiva en horario de trabajo… Lo siento en lo más profundo de mi corazón chicos. En algún momento llegará el próximo solsticio.

Besos para todos.
Calamity.