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Yo... soy... esa.
- Calamidad
- En cualquier punto de la N-627 o de la A-1 o de la A-45, ¡Qué sé yo!, Spain
Otras tierras en las que rumiar
¡He venido a hablar de mi libro!
Letras Pródigas es una preciosa antología coral de los relatos que se escriben y comentan dentro del Taller del Bremen. Dos de ellos les ha escrito servidora.
Si quieren hacerse con un ejemplar (hemos impreso muy poquitos), pueden escribirme un email o directamente acudir a la Editorial Cazador.
Si quieren hacerse con un ejemplar (hemos impreso muy poquitos), pueden escribirme un email o directamente acudir a la Editorial Cazador.
¡He venido a hablar de mi libro! — Segunda Parte
Siete siglos después de que Bocaccio publicara su Decamerón , desde el Bremen han tenido la osadía y desvergüenza de presentar otros cien relatos. Tres de ellos les ha escrito servidora.
Si quieren hacerse con un ejemplar, pueden acudir las principales librerías de España, a Amazon Books o desde la web del Decamerón del siglo XXI.
Los beneficios, de cabeza para ACNUR.
Si quieren hacerse con un ejemplar, pueden acudir las principales librerías de España, a Amazon Books o desde la web del Decamerón del siglo XXI.
Los beneficios, de cabeza para ACNUR.
Agradecida y emocionada
Por si está interesado en algún contenido cencerril.
Como Vaca Sin Cencerro by Señorita Calamidad / Miss Calamity is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en misscalamity.blogspot.com.
Espero que lo haya pasado bien, Miss Cal. A mí me encanta esa tierra (mi padre es de un pueblo muy cercano a esa maravilla llamada Las Médulas), su vino (lo mejores mencías), el botillo,... Bueno, lo dicho, espero que hayas disfrutado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues no lo he pasado mal (visita al Monasterio de Carracedo), pero tampoco ha sido un fin de semana para tirar cohetes (visita al Hospital del Bierzo), pero ya contaré lo de la visitilla al hospital en un post, Rogelio, porque merece la pena, por desgracia.
ResponderEliminarLas Médulas son una maravilla. Nunca me cansaré de verlas. Siempre que puedo (cuando voy al Bierzo me quedo en Bembibre o en Ponferrada), me escapo y voy. Nunca he sido capaz de fotografiar ese paisaje en condiciones.
El vino, ¡ay el vino! Todo el mundo tiene una bodeguilla. Cuando vas paseando por los pueblos la gente que te conoce siempre te invita a un culín de vino, así que al final llegas algo perjudicado a casa. Hay excelentes caldos (me acuerdo de un Pittacum tinto que probé hace años en unas jornadas gastronómicas que era gloria bendita), la verdad.
Otro abrazo.
Cal.