19/11/08

dEUS, Live in Madrid, 24/Oct/08

Existen grupos que, como cambien de formación, pierden todo su encanto. Miren a Queen, piensen en Led Zeppelin sin Robert Plant, los Beatles o cualquier grupillo de medio pelo en plan boy band. Ô_ô

En el otro extremo están las aves Fénix de la música, aquellas bandas que contra viento y marea se reinventan a sí mismas de continuo esté quien esté en la formación. Tal es el caso de dEUS. Yo los he visto tres veces. En esas tres ocasiones sólo Tom Barman, cantante y alma mater de la formación amberina, y Klaas Janzoons, violín y teclados, han permanecido en dEUS. Las tres veces puedo afirmar que he asistido a algo realmente bueno, formado, compacto, hecho y terminado, sin cabos sueltos. Sobre todo la segunda.

Después del disco de tránsito "Pocket Revolution" dEUS venían a presentarnos "Vantage Point" con el que atinan con los sonidos más rudos de sus principios y algo menos experimentales que en su, para mí, obra maestra "The Ideal Crash".

Empezaron impuntuales, para mal, esto es, empezaron con unos minutos de adelanto sobre la hora prevista. Yo, que siempre voy con el tiempo pegado al culo, me perdí la salida al escenario de Barman y los suyos. :-/

Dispuestos los cuatro en fila, con Messeghers detrás, se decantaron por abrir el show con las nuevas canciones. When She Comes Down abrió el espectáculo. Primer fallo. El sonido estaba ecualizado por alguien con una oreja en frente de la otra. La voz de Tom Barman apenas sí se oía, el violín inexistente, el bajo por las nubes... Y así hasta por lo menos Instant Street donde parece que calentaron motores tantos los músicos como los ingenieros de sonido.

¿Qué decir de Instant Street (suspiro profundo, caída de pestañas u_u)? Por mi parte, si no hubieran tocado esta, Roses y Serpentine -que cerró el concierto- hubiera salido un pelín decepcionada con la actuación de dEUS. Yo es que como que no les veía metidos en harina. Llegaron, tocaron y se fueron. En fin, un mal día lo tiene cualquiera.

Momento especial del espectáculo: Fell Off the Floor, Man con un Pawlowski hierático durante toda la actuación que se desgañitó a más no poder delante del micro robándole todo el protagonismo a Barman. Suds & Soda, como siempre, hizo saltar y vociferar a todos los allí presentes, pero para de contar.

En cualquier caso asistir a un concierto de dEUS es un espectáculo, no de la manera que se lo montan Madonna o se lo montaban Prince y Michael Jackson (apenas llevaban una rueda con luces que me recordaba continuamente al espectáculo de "The Division Bell" de Pink Floyd y no me preguntéis porqué), no: es un espectáculo sonoro en toda su dimensión. Lo importante de las canciones de dEUS no es ni como empiezan ni como acaban sino como son en sí. Como ya he dicho más arriba, un mal día lo tiene cualquiera y el próximo que los belgas vuelvan por aquí, allí estaré yo, como fiel fan que soy de ellos.

Cal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario