Nenén -el peque- trabaja en una importante firma de ropa inglesa (famosa por sus gabardinas) desde hace ocho años. Para algunos esto sería toda una vida en la misma empresa. Hace unos días los departamentos de comunicación interna de la misma redactaron una carta que más tarde llegaría a los empleados anunciándoles el cierre en España de una de las divisiones de la factoría con el consecuente ERE anexo. La mitad de la plantilla se va a ir a la mierda... Cruzaremos los dedos.
Mi tío -mi segundo padre- sigue con encefalopatía. Hace apenas un mes los cardiólogos hubieran puesto la mano en el fuego por una operación en una de las válvulas de su atascado corazón de no haber sido por la puesta en escena de la encefalopatía, acarreada por un mal funcionamiento del hígado, que les hace sospechar que es muy posible que dicha glándula no produzca con normalidad la vitamina K entre otras, necesaria para la cicatrización de cualquier herida, y consecuentemente no pueda operarse.
El sábado pasado por la mañana estuve hablando con Tetxu -la mayor- sobre lo divino y lo humano. A Nina -la del medio- la habían despedido el viernes de su trabajo. Ya les habían reunido el pasado noviembre para comentarles que la fábrica no iba todo lo bien que debería de ir, que estaban haciendo números y que era muy posible que en el transcurso del siguiente año habría algún cambio. El cambio se ha traducido en el despido de la mitad de la plantilla administrativa.
También el sábado pasado, pero por la tarde, llamé a mi tía -mi segunda madre- para hablar sobre lo que le había pasado a Nina y para que me contara qué tal estaba llevando su reciente situación de desempleo. El caso es que ese era el primer tema que tratar en la conversación para posiblemente demorar aquello que es un secreto a voces pero que no quieres creer hasta que viene un facultativo especializado en demencias seniles con un informe de nueve páginas en el que la primera palabra que se escribe después del nombre y los datos del paciente es alzheimer. Sí: mi madre tiene alzheimer.
¡Y yo que pensaba que el 2.009 iba a ser un buen año!
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Dale una oportunidad, acaba de empezar :-) ¿vale de algo adelantar acontecimientos?
ResponderEliminarEsperemos y, mientras tanto, te mando el barazo más koalacosozo que me he encontrado por aquí dentro :-)
:-*
Cal. Mucho ánimo.
ResponderEliminarSé que resulta tópico decirlo pero, como comentaba Servidora, dale una oportunidad, aunque resulte complicado.
Lo que comentas de los EREs, despidos,... dificultades en las empresas también lo estoy viviendo yo en mi entorno profesional.
Mucho ánimo y un abrazo.
(Oye, que no sé si ha quedado claro, pero que un barazo es un abrazo anagramado por todas partes menos por una que se llama itsmo... :-D :-*)
ResponderEliminarLo siento, Cal. Aunque creo que ya te lo imaginabas, debe de ser muy duro saberlo con seguridad.
ResponderEliminarMucho ánimo. Un abrazo, y hasta la semana que viene.
¡Ánimo!
¡Gracias chicos! Le daré esa oportunidad que me decís. Al fin y al cabo acaba de empezar.
ResponderEliminarEn fin, es mi manera pesimista de ver las cosas. Desde que cumplí 30 todo se está haciendo mierda. Cada año un disgusto, pero disgusto de estos en plan peli de Almodóvar (pero los dramones en plan "Todo sobre mi madre").
Un beso para todos.
Cal.
Cal, bonita, te mando todos los ánimos de los que puedo hacer acopio y un beso muy, muy fuerte.
ResponderEliminarMarta.
Cal, tranquila. Nos veremos.
ResponderEliminarBesos
Marta otro beso grande.