19/12/10

MGMT live in Madrid, 17/Dic/2010

Difícil decisión la de este día... Si bien el 2010 se ha caracterizado para mí por una sequía de recitales interesantes a los que acudir, anteayer se juntaban en la capital del reino MGMT (consagrados desde la primera nota del primer single del primer LP), Micah P. Hinson (con su voz tenor, más feliz que nunca) y 30 Seconds to Mars (por ver a Jared Leto mato). Pero tenía las entradas para MGMT desde hacía la intemerata. Estaban agotadísimas, me habría ganado unas perrillas en la reventa, pero preferí comprobar por mí misma si los directos de Ben Goldwasser y Andrew WanVyngarden eran tan desastrosos como nos decían las noticias que salían desde los mentideros del Primavera Sound de hace un par de años. Parece ser que los muchachotes han aprendido que además de pasárselo pipa haciendo música y tocándola en los escenarios tienen un público al que complacer.

Como queriéndose desprender de todos los hits musicales que nos acompañaron incesantemente en las radio fórmulas y las remezclas de pincha discos afamados de hace dos veranos la velada comenzó con el plato fuerte para la inmensa mayoría: Time to Pretend. Entrábamos entonces en la Riviera (de nuevo la Riviera y de nuevo el técnico de sonido que estuvo por momentos en la parra; esto ya empieza a ser un clásico) y aquello parecía, no sé... Es que yo, salvo en festivales, que la peña va más pedo que Alfredo, y en macro conciertos en estadios y demás recintos otrora deportivos, no había visto tanto desfase desde el principio, con gente subida a los hombros y camisetas agitadas en las manos dejando al aire torsos aquí peludos allá hirsutos... Ô_Ô Sólo esperaba que no tocaran Kids (acabé harrrrrrrrta de escucharla), cosa que no sucedió. La tocaron. Al final. E hicieron un poco el subnormal, saltando por el escenario y actuando en playback.

Foto de Erik Magermans. Si quieres leer su crónica, pincha aquí.

Yo no sé si fue un concierto bueno o malo. Diría que bueno. Desde luego me lo pasé muy bien. Sonó relativamente bien. La elección del setlist estuvo acertada a pesar incluso de truños infumables para el público español en directo como Siberian Breaks, que es de mis canciones favoritas de la banda, pero está casi comprobado que el down tempo no funciona en este país. Incluso cantamos dos veces el cumpleaños feliz porque era el cumple de Ben. Salté (con Brian Eno, casi a ritmo de Ska, ya en los bises), bailé (como que estuviera en el Studio 54 neoyorquino sonando de fondo Electric Feel), bereé... ¡Hasta vi a Manu/Anntona, guitarrista de Los Punsetes, que me hizo una ilusión! (y a Joe Arlauckas, que si no lo digo, mi paquete revienta.)

Los MGMT es que son tan difíciles de definir... Es como que todo lo que te ofrecen ya lo hubieras oído y experimentado antes y a la vez todo completamente nuevo... Es como si cogieras el glam, el rock progresivo, la psicodelia, la música disco de los 80, la scary music, "Hair", el falsete y a ratitos hasta shoegaze -anda que no me mola a mí que desbarren los músicos a lo loco mientras pierden la vista en la infinitud de la puntera de sus zapatos, como hizo el guitarrista que acompañaba al dúo mientras interpretaban Of Moons, Birds & Monsters, otra de mis prefes- y los juntaras en una batidora musical. Como si enredaras con el cuenta revoluciones de un viejo plato de discos y encima quedara bonito.

1 comentario:

  1. ido después de haberle encargado un ramo de flores para mi ex abuela en su centésima primera onomástica.

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