29/12/10

Taberna La Romana

Como no empecé esta sección con buen pie (un aprobado raspadillo nunca es un buen pie), voy a optar por  irme directamente al sobresaliente, voy a hablar de mi restaurante favorito de Madrid: La Romana.

Todo empezó el día de mi trigésimo tercer cumpleaños. A mi paquete y a mí nos gusta comer bien, así que como regalo de cumpleaños nos vamos -o al menos lo intentamos- a cenar a algún restaurante con algo especial. Se conoce que aquel año no tenía yo muchas ganas de desplazarme al centro de la capital y sí de beber un tanto y por eso escogí un establecimiento que estuviera cerca de casa. Suponer que en Carabanchel hay un restaurante al cual acuden la crème de la crème culinaria de este país cuando cierran sus fogones me pareció un buen plan. Problema (según la guía Metropoli): que consigas reservar mesa. Y es cierto. Tú llamas por teléfono y lo primero que te preguntan es que cómo les has conocido. Luego ya verán si te dan mesa o no. Hablamos en un mini local, señores. Tiene tres o cuatro mesas pequeñucas.

Llegas a La Romana y es como comer en casa con una pequeña salvedad: lo que se sirve allí son delicatessen. El cocinero te va ofreciendo una serie de platos en función de lo que tenga por la cocina. Siempre hay una alternativa, pero todo va a depender del género que haya por el fogón. Su mujer, sumiller, se encargará tras la elección del menú de aderezarlo todo con buenos caldos y con buenas aguas porque allí, sí, señores, también puedes degustar aguas de lo más exóticas. Prueben, si tienen ocasión, agua de iceberg. Sabe a agua, pero no se siente en el paladar como agua.

Esta última vez ha sido la tercera que vamos y les puedo asegurar que lo que allí se come -y de la manera que se come- no lo he probado nunca. Todavía estoy esperando a que me decepcione un plato. Absolutamente todos me han encantado. Incluso algunos (una riquísima chantarella, por poner un ejemplo) me hicieron saltar las lágrimas de emoción.

Eso sí, también hay que ir con la billetera puesta a punto porque, como ya habrán deducido, no es un sitio barato. El cubierto (menú, vinos, licores) ronda los cien euros casi como mínimo. Eso sí en pocos sitios habrán comido tan adorablemente bien como en La Romana.

Nota_ 9,8/10

Taberna La Romana
C/ La Laguna, 139
Madrid (Metro: Vistalegre, Carabanchel)
T_ 91 465 32 26
No admiten comensales sin reserva previa.

5 comentarios:

  1. Umm...
    Miraré de ir. El problema es el bolsillo. Nunca me ha gustado gastar tanta pasta para una comida, pero lo pintas demasiado bien.

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  2. Mira, justo aquí al lado de casa... Lo malo es eso de los 100 € por "desgustación" ¿Cómo un poco exagerado, no?

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  3. Síiii. Es un sito carillo, Pau, Eulez, pero merece la pena. La primera vez que fuimos nos salió la degustación por doscientos y pico euros, pero también tomamos carne de kobe, que es la más cara que existe en el mercado actualmente. Y la botellita de agua valía dieciocho euros, creo recordar... Pero merece la pena, no os quepa duda.

    Esta última vez, por ejemplo, nos costó, no lo recuerdo bien, pero no llegó a ciento cincuenta euros por todo. Y nos pusimos hasta las trancas de comida y de bebida porque aquí no sólo se degusta comida sino que también haces un recorrido por un montón de bebidas muy interesantes.

    Merece la pena, en serio. No es que vaya yo todos los días. Voy, como mucho, una vez al año. Para darme un homenaje.

    Está al ladito de casa, Eulez, que tú vivías en Oporto, ¿no? Yo también. ;-D

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  4. Y la botellita de agua valía dieciocho euros, creo recordar...

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  5. ¡Ay bah, que tenemos un loro entre nosotros! Bienvenido Labatterie y para la próxima vez que usted se moleste en escribir algo en este blog, por favor que sea una frase propia a poder ser original y si es además ocurrente, pues mucho mejor. Y si no, pues ya sabe lo que decían los de El Último de la Fila: "si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir".

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