10/4/11

Dudar es humano

Vuelvo a mi pueblo natal, a ver a mi momi y darle mil besos.
San Martín de Matalbaniega, en un día muuuuy frío de invierno, con la Cordillera Cantábrica al fondo, llena de nieve y nubes.
Me asaltan cientos de dudas... No lo puedo remediar la mayoría de las veces.

El año pasado, cuando vivía en casa de mi madre, la bestia parda y yo subíamos por la ladera de la montaña desde la casa hacia el Castillo -había que ver las cumbres aún nevadas de Fuentes Carrionas, mis montañucas- y la Primavera ya se había instalado en la pradera. Unas diminutas florecillas moradas peinaban las rumberas nalgas pelirrojas de mi perro, que iba delante de mí olisqueando el camino mil veces andado, y yo pensaba entonces "qué pena, es muy posible que al año que viene ya no vea este espectáculo; Floyd es muy mayor". Creo que la sensación de estar en el Edén no sería muy diferente de la vivida en ese momento, pese a la tristeza. Le veo, a mi perro, cada vez que vuelve al seno materno, lo feliz que se le ve, lo que retoza, su cola que no para de agitarse.

Características columnas con hombrecillos en los ventanales de San Martín de Matalbaniega.  Preciosos, ¿sí?
Veo a algunas personas que han decidido quedarse en el pueblo y les veo bien situados en sus profesiones, no sé si realizados, pero al menos con su trabajo reconocido y no puedo dejar de sentir cierta envidia, de la buena, si quieren, porque yo creo que también he estado trabajando muy duro en estos doce años de carrera profesional y no soy nada. De hecho soy una parada más, paralizada por el hecho de tener que enfrentarse a nuevas entrevistas de trabajo y un sueldo de juguete con mi edad.

Y dudo. Dudo muchísimo pensando en volver al origen. Y pienso que en ese año y medio que estuve al cuidado de mi madre el infierno se desató alrededor de mí y no sé, al rato me dejo cautivar por la idea de dar un paseo ya casi de noche, con los guantes puestos por el frío, entre toda la hojarasca otoñal del paseo de Santa María la Real y de nuevo vuelve el Edén a mis pensamientos...

8 comentarios:

  1. Estuvimos hace un tiempo en la provincia de Palencia (no sé muy bien donde situarte, pero pareces cerca de allí) viendo el románico. Conocía el aragonés y el catalán, sobretodo, pero el que vi allí no tenía nada que envidiarles. También estuvimos en Aguilar de Campoo, en Olleros, Cervatos y de allí no recuerdo mucho cómo, creo que fuimos por La Saja hasta Torrelavega, por un paisaje más que espectacular. Lo recuerdo con mucho agrado.
    Sobre lo de cambiar de vida, es complicado. Diferencias entre estar bien situado y estar realizado, y haces bien, no siempre van unidos ni mucho menos, aunque el nivel de autoengaño puede ser muy alto. Viví bastante tiempo en ciudades grandes, pero llegó un momento en el que hice una lista con las ventajas e inconvenientes previsibles, los comparé con mi lista de prioridades endémicas y decidimos dejar la ciudad e ir a un sitio más pequeño, aunque no tanto como deduzco que es tu pueblo. También influye mucho si tu trabajo, o lo que sabes hacer mejor, es compatible con vivir en un sitio relativamente pequeño. En fin, complicado pero atractivo.

    Saludos

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  2. Gracias José Luis. Nombras a mi pueblo en tu lista de visitas y es más o menos como Binéfar de grande, algo más chico. Matalbaniega (de donde son las fotos) está más o menos a unos cinco kilómetros hacia el norte. Palencia -y no lo digo por ser yo de allí- tiene un encanto especial. Es muy poco conocida y es tan variada y rica... Nada tienen que ver los pueblos del sur, más de la llanura, de la Tierra de Campos, de la gente dedicada a la agricultura y al tiempo seco, que los pueblos de norte, más montañosos y volcados, tal vez en la ganadería. Todos son maravillosos. Es una zona muy variopinta atravesada de este a oeste por el Camino de Santiago. ¡Ay!

    La verdad es que llevo unos cinco años con una crisis a casi todos los niveles, de la que estoy empezando a salir hace unos seis meses, que me está haciendo replantearme todo. Lo mejor: no saber cómo va a ser mañana. Lo peor: ídem. Pero, ¿qué sería de nuestra vida sin estas pequeñas volteretas del destino?

    Besazos.

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  3. Ahora entiendo tu interés por el románico. Estuvimos también por el sur, y en la capital (¿no rodaron allí "Calle Mayor"?). Villalcazar de Sirga, Alar del Rey, Frómista, Carrión...este año nos toca hacer unos 90 kms más del Camino de Santiago, más o menos, saliendo de Itero de la Vega, que es donde nos quedamos el año pasado. Ya sé que no deberíamos tardar tanto, pero nos llevará una semana hacerlo, sin prisas, que es de lo que se trata. Soria, Teruel, Huesca, en parte, Palencia, León... no son muy conocidas pero son, no sé hasta cuando, diferentes.
    Sé que en Aguilar Peridis tiene una especie de curso sobre románico, que lo hacen cada año e incluso miré información una vez.
    Me alegro de que vayas saliendo de tu crisis. Tus entradas no la traslucen mucho, o yo no lo veo, vamos.

    Saludos

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  4. Como ya sabes, conozco bien la zona y que de vez cuando nos perdemos por allí.

    Cal, dudar es de humanos, dices bien.

    No pienses tanto y disfruta de los momentos que ahora estás viviendo.
    Será el transcurrir de las cosas y de tu momi, lo que hará decidir y estoy segura que lo que hagas y cuando lo hagas, lo harás bien.
    Allí, siempre, tendrás tu casa. Siempre tendrás el lugar para volver por algún tiempo o definitavente.
    ¿ Cómo ha quedado la casa con las obras?
    Supongo que preciosa...

    Un abrazo cariñoso

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  5. Esta mañana, tras escribir un mensaje largo largo de los míos, se me fue blogger a la mierda, así que esto es una prueba. Si sale bien, allá voy José Luis, Aquí.

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  6. Síiiiiiiii, tienes razón José Luis, Calle Mayor se empezó a rodar en Palencia en la misma calle Mayor, pero después, no sé porqué, se trasladó el rodaje a la calle Portales y a la plaza del Mercado de Logroño (los escenarios de calles y locales) y a Cuenca (los exteriores).

    Peridis ha sido el gran impulsor del románico (y del arte por ende) de la zona. En Aguilar se empeñó desde pequeño en restaurar lo que nosotros llamábamos el Convento Caído (por cómo quedó después de las desamortizaciones y de la Guerra Civil) y ahora es la sede de la Fundación, un instituto de enseñanza secundaria, la sede de la Uned de la zona, el museo del Románico, la escuela taller, una posada y un restaurante (donde se come muy bien). Te paso el link de los cursos (por cierto que buscando el link me he dado cuenta de que dan un curso de caligrafía de los siglos IX a XII ¡con lo que me gusta! que ya podría yo ir). Los más conocidos o con más prestigio suelen ser los dedicados a monacato, pero todos son muy buenos:
    cursos

    ¿Ves? Me emociono hablando de mi zona. ¡Es tan bonita!

    Me alegro que no me veas con crisis porque he pasado los últimos cinco años que tela, tela. Ahora parece que voy saliendo, pero soy consciente de que no van a llegar precisamente buenas cosas y tengo que estar preparada.

    Supongo que pensar también es humano, Aquí, o al menos de algunos humanos. Ya ves que últimamente soy un culo de mal asiento, no me encuentro a gusto en ningún sitio ni con ninguna de las decisiones que tomo. ¡Cosas!

    La casa quedó digamos que a tres cuartos. Lo que son las obras gordas que había que hacer (quitar las humedades y adaptar el baño de abajo a la discapacidad de mi madre) se hizo, pero no ha llegado el dinero para poder pintar y adecentar. Realmente ha quedado bastante destrozada por algunos lados. Los suelos de madera están pidiendo al cielo una mano de acuchillado y barniz... La pintura también se echa en falta. Mis suegros me ayudaron mucho a pintar tres habitaciones abajo, las que quedaron peor paradas tras las obras, pero la fachada y el hall y las habitaciones de arriba, nada. Y la escalera también está bastante deteriorada... Estoy muy arrepentida de haber gastado el dinero en esas cosas porque realmente mi madre ya ni siquiera las puede disfrutar y andamos algo escasas de dinero a cuenta de la obra. ¿Ves? Soy un desastre, una Atila andante.

    Un besazo para los dos. ;-)

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  7. Que bellos relatos...un abrazo de azpeitia

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  8. Muchas gracias, Azpeitia y también gracias por acercarte a este humilde egoblog.

    Un abrazo también para ti.
    Cal.

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