3/5/11

O me siento y no hago nada o echo a correr y no paro

Perdón, perdón, perdón, perdón. Con el buen ritmo que había cogido en estos últimos meses de escritura, fotografía, dibujo (por desgracia no puedo decir lo mismo con mi profesión -diseño- la cual tengo bastante abandonada, demasiado), unas tristes vacaciones me descomponen el plan. ¡Vaya!

Esta semana ha sido demasié para mi cuerpo. No para mal. Todo lo contrario, para muy bien. Hacía aaaaaaaaaaños que no me sentía tan sumamente bien, tan espléndida y tan genial durante semejante cantidad de días (cuatro, para ser exactos). El caso es que mi cerebro eso se lo toma como una especie de alarma y se pone en standby automáticamente sin yo poder hacer mucho más. Vamos, que el muy capullo no me deja ser tan feliz durante mucho más de tres días. ¡Ay! De ahí el abandono.

Pero ya estoy aquí de nuevo. Con un montón de sandeces con las que llenar esta especie de cuaderno de unos y ceros. Preparando entradas de cine, de gastronomía, de música, de bajones, de subidones... Los días, aunque no han sido productivos a priori, han dado para atesorar muchas experiencias.

Pues eso que ¡hola de nuevo!

Por cierto, no pude remediarlo: al final los maravillosos botines del señor Ortega cayeron en mi haber. Es que me miraban con sus ojitos de cordero degollado desde las frías estanterías de las tiendas de Inditex... Miren, miren.

Consumismo 1 - Cal 0

5 comentarios:

  1. Pues nada, chica, a disfrutarlos. Los buenos días y los botines. Y que el regreso lo hagas con buen pie...

    ResponderEliminar
  2. ¿Hecho a correr? ¿¿¿???
    No corras tanto... ;-:

    ResponderEliminar
  3. Me alegro mucho, chica.
    Está muy bien, la foto. Lástima de anonimato.

    Un besazo.

    (¡Y haz caso a Amanda y borra esa hache!)

    ResponderEliminar
  4. Los botines no les puedo disfrutar demasiado, neoGurb, son nueve centímetros de tacón. Pero aún así el poco tiempo que me les pongo les vivo a tope.

    Corro como el viento, Amanda, y después me atrinchero en el remanso del sofá casero. No puedo evitarlo.

    Nadie, nadie, José Luis.

    Soy un smilie, Porto, pero tú ya sabes la cara que hay detrás. :-D Rauda y veloz voy a echar la hache.

    Besos a todos.
    Cal.

    ResponderEliminar