A ver, no se me vayan a confundir ustedes que si alguien tiene que estar agradecida a este mundo de la web 2.0 soy yo. Gracias a él he conocido a gente magnífica y he empezado a despegar profesionalmente en ciertos sectores que jamás me hubiera imaginado, pero, en serio, ¿no echan de menos lo de bajar con sus amigos a la plaza a pegar cuatro patadas a un balón?
Me estoy remontando demasiado en la historia vital de cada uno, me temo. Reformulemos la cuestión: ¿no echan de menos que quedaran después del trabajo en un bar, normalmente del barrio o del centro del pueblo, sin necesidad de hacerse una perdida o escribirse un email, y tomaran una cerveza, una cocacola o algo mientras charlaban de su quehacer diario antes de ir a casa a preparar la cena? Yo sí.
Ahora quedamos en internet, en el Facebook, en Twitter, en lo que sea. Está bien cuando tu amigo está a mil kilómetros de distancia, pero cuando está a tres paradas de metro o en el barrio de al lado, en serio, ¿no les da pena que solo se vean por internet? Porque yo hace que no veo a amigos míos (o considerados como tales que lo mismo no lo son y yo todavía no me he enterado, claro) que viven prácticamente al lado ¡¡¡meses!!! Eso sí, en el face siempre nos dejamos un comentario o varios, incluso encarnizadas conversaciones. Casi todos suelen quedar en "a ver si nos vemos", pero lo cierto es que ya nunca nos vemos.
Mola, sí, pero llega un momento en el que el roce, ese choque de palmas, esos dos besos de saludo o de despedida se extrañan infinito. Porque sí, mucho smilie y mucho emoticono, pero donde esté una sonrisa en vivo y en directo...
18/10/11
Aquel momento de la historia en la que blackberry y apple eran solo frutas.
Etiquetas:
Filosofía Serie B
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Sí, claro que se echa de menos el contacto físico, cuando no se tiene.
ResponderEliminarLa cuestión es si esto ha venido a cubrir una necesidad, a cubrir un hueco... o lo ha creado. Es decir, si nos permite tener algo de contacto con quien no lo teníamos, o nos ha distanciado al proporcionarnos una alternativa más cómoda.
Yo creo que se dan los dos casos. Y que en principio ambas posibilidades son del todo reales; que el medio no determina, de entrada, un comportamiento u otro. Así que cada uno tendrá que ver qué hace, cómo está usándolo, y si le gusta, ¿no?
Un beso grande, deseando dártelo de verdad.
Pues en mi caso, creo que he ganado más de lo que he perdido. Quiero mucho a mi gente, pero en ocasiones soy un desastre para controlar los tiempos, y estoy a gusto en la distancia. De modo que un comentario o un correíto diluyen a veces mi vena autista, y al menos mi gente me siente algo más cercano.
ResponderEliminarAunque, desde luego, sigo prefiriendo un abracito a un smiley, sí.
Has dado justo en el clavo, Portorosa: ¿nos ha distanciado? ¿o nos ha acercado? También creo que se dan los dos caso. Por poner un ejemplo personal. Con mis amigas, las que tengo en la distancia, me ha acercado un montón. Una de mis mejores amigas vive en Londres y de otra forma solo nos quedaba teléfono o cartas (que yo las echo de menos) para comunicarnos. Así sabemos más o menos al día qué está haciendo la una y la otra.
ResponderEliminarPero en el otro lado están los amigos con los cuales he perdido casi todo contacto físico y que antes sí que existía. Incluso gente que conoces que solo quiere una amistad a través de FB (sic) que eso ya me parece que ni es amigo ni es nada, un parásito.
Yo también tengo muchas ganas de darte un beso bien grande en esta vida, en la "real". Me estoy planteando hasta apuntarme al taller literario para veros más a menudo... :-D
Neo, yo también he ganado muchísimo porque el teléfono es que no puedo con él y quieras que no eso te hace un tanto autista, porque la gente ya no escribe cartas como antes (yo aún sí, qué cosas). Pero, lo que tú dices, ¡donde esté una abracico de los de verdad!
Un besazo también para ti, Neogurb.