21/5/12

344 días, 3 horas, 14 minutos

El sábado pasado trabajé a cambio de dinero después de trescientos cuarenta y cuatro días sin generar ningún ingreso monetario (que no sin currar).

Desde que acepté el trabajo hasta que tuve que entrar en faena estuve fluctuando entre la indignación y la pesadumbre. Pocas veces siento dolor en mi orgullo, pero esta vez me sentí rastrera a más no poder. No había contrato, no había horario, ¡ni siquiera hablamos de los euros por hora que me iban a pagar! Al menos me pagaron -poco- por ser ayudante de cocina, niñera, limpiadora y objeto del deseo de algún borrachín durante once horas seguidas.

No estoy diciendo que no me agrade ser camarera. Para ser sinceros es de los trabajos en los que más a gusto me he sentido. Me mola escuchar a la gente y un camarero tiene sobre todo que prestar oídos. Pero ese tufillo de cutrez asociado al trabajo ilegal, pensar que todo el sacrificio (y el dinero) invertido en amueblar mi cabeza no está sirviendo para mucho o para nada...

Tal vez por eso hoy he enganchado al Golfo tres horas y cuarenta y cuatro minutos, con ganas, creyendo en el alivio que me iba a reportar.

He ido hasta mi facultad para preguntar sobre los programas de doctorado y cuando he salido del despacho me han entrado ganas de decir a todos los que pululaban por el hall que no siguieran perdiendo el tiempo, que no merecía la pena tanto esfuerzo.

No lo he hecho. He seguido conduciendo hasta casi completar la M-30. Recoletos-Castellana para arriba, Castellana-Recoletos para abajo. A-42 por Santa María de la Cabeza hasta casi Getafe. M-40, Avenida de la Peseta y casa.

¿Hacia dónde vamos todos tan endiabladamente deprisa? Trataba de ir tranquila, de frenar mi pesar, observando el paisaje, pero he tenido que ir casi más pendiente de mis vecinos de carril que de mis pensamientos. Si normalmente conducir me relaja, hoy he acabado desquiciada.

6 comentarios:

  1. La leche!
    Hasta dónde hemos llegado!
    Mira que trabajar cobrando...

    ResponderEliminar
  2. trabajé a cambio de dinero
    Eso suena como si te hubieses prostituido :)

    Este fin de semana también conduje yo por la M-40, y hacia Getafe, y por la Castellana. Lo que pasa es que no se daban las circunstancias para quedar.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, Pau, tú como creativo (aunque en un ámbito diferente al mío) es posible que entiendas a lo que me refiero. Parece que nuestro trabajo no es trabajo. Empiezo a aludir que se creerán que no es trabajo, pero es tiempo. Y el tiempo -y el conocimiento- valen dinero. He trabajado (y llevo trabajando) tanto tiempo sin cobrar, que casi hasta me sorprende que me paguen. Ya si me hicieran un contratito, aunque fuera mínimo, vamos, ¡el paraíso! Molt fort, Pau, molt fort.

    Pues no creas que no he pensado en la prostitución, Porto. Eso sí, de alto standing. ;-P

    Tranquilo, hombre, entiendo que muchos viajes se hacen meramente por obligación y no por placer. Cuando tengas tiempo ya nos veremos. Aquí, allí o donde sea.

    Besetes para los dos.

    ResponderEliminar
  4. Necesito un representante. Sí, acabo de ver la luz...
    XD XD XD XD XD XD XD XD

    ResponderEliminar
  5. No, si por placer era. Pero aun así.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. ¡Ajá! Más o menos lo que yo hice cuando me acerqué a Santiago... Si es que no cunden las veinticuatro horas de un día o cuarenta y ocho de dos. Que te entiendo, hombre. ;-)

    ¡Muak!

    ResponderEliminar