18/5/12

A lo mejor los mayas no estaban muy desencaminados...

Digo esto porque me empieza a parecer extraño que no nos levantemos en armas.

Esta señorita es Marceline. Es vampira, tiene más de mil años y muy mala uva cuando le tocan sus inexistentes narices. La quiero como a una hija. :-P
No andar pululando por las redes sociales la mayoría de las horas del día en busca de cañas virtuales, me proporciona tiempo para volver a leer periódicos, escuchar la radio y comerme -tal vez demasiados- debates políticos televisivos. De toda ralea, conste.

Uf, estoy algo saturada: primas de riesgo, subastas de deuda pública, comunidades autónomas entrampadísimas, el BCE, la Merkel y el Hollande, matarile al 15M (¡ja!),  mi amada Grecia, Bankia se va a la mierda (la hunden ayer para hartarse hoy a comprar acciones, usureros), el posible corralito (mas no probable), el paro, la conformación del gobierno asturiano, Cataluña, Andalucía, recortes (sanidad), recortes (educación), recortes (I+D+i)... ¡Ay!

Peeero, hete aquí la noticia que me ha hecho escribir este texto que ustedes están leyendo: Cruz Roja pide 30 millones más para atender a 300.000 personas. 

El titular en sí no llamaría demasiado la atención (no lo ha hecho in fact) salvo por un pequeño detalle: hablan de España. ¿Cóoooomorl? Sí, sí, se refieren a este país que no es solo un país, es Espppaña, coño.

De verdad que a mí todos estos conceptos macroeconómicos que he enumerado dos líneas más arriba me interesan, se lo digo de todo corazón. Quiero -¡necesito!- saber qué es lo que está pasando, por qué caemos en picado, poner nombres y apellidos a la panda de políticos y/o empresarios ávidos de dinero, fama y estulticia. Pero no deja de ser pura abstracción. La macroeconomía no necesita dormir arropadita, ni siquiera comida (aunque a ratos haya que alimentarla continuamente), no se pone enferma, no sufre. La gente que está pasando verdaderas dificultades sí necesita alimentarse, sí necesita dormir bajo techo, sí enferma de vez en cuando, sí sufre.

No entiendo porqué no se da importancia a los verdaderos afectados por la crisis: nosotros. No entiendo cómo no hemos salido ya de nuestras casas con palos y piedras y hemos empezado a poner petardos en los culos aburguesados de estos señores que pretenden sacarnos del agujero en el que ellos mismos nos han sumido con su grandilocuente discurso de millones y millones de euros/dólares.

Siempre he sido una persona dada a llegar a un consenso a través de la palabra en detrimento de las tortas a diestro y siniestro, pero es que estoy muy harta de hablar y que nadie escuche. Así que si no oyen nuestras voces, que escuchen el sonido de sus casas -todas- ardiendo, por ejemplo.

Que se den cuenta de una vez que si cayeron los faraones egipcios, el Imperio Romano, el Sacro Imperio Romano Germánico, los estados feudales, el emporio español en el que no se ponía el sol, las monarquías francesa en el siglo XVIII y rusa en el siglo XX, la URSS, las Torres Gemelas con EEUU, etcétera, ellos están también empezando a derrumbarse. Su sistema, injusto y cruel como pocos (solo falta que reinstauren el derecho de pernada, aunque ya nos están dando bien por el culo a decir verdad), se está desintegrando. Y tratan de salvaguardarlo como aquel naufrago que, por creer que no perderá la vida en la corriente de un río brioso, se ciñe al palito de una rama.

Háganse a la idea: esta era se está acabando. Este sistema, al igual que todos los anteriores (y sin duda algunos plagados de gobernantes mucho más inteligentes y cultos), se muere.

No sé qué vendrá después, pero me gustaría creer que en ese nuevo sistema, primará la vida sobre el dinero.

3 comentarios:

  1. Por desgracia si preguntas por la calle todo el mundo parece cabreado, sin embargo, siguen dispuestos a elegir a los mismos.
    Cada uno tiene lo que se merece y eso va para largo

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  2. En mi caso, llevo desencantada muchos años. No del sistema, sí de la gente en general.
    Tu conoces Madrid y conoces sus barrios.
    Salvo que me confunda,menos Vallecas, todos los barrios de Madrid, llevan años dando, la mayoría absoluta a la derecha en el Ayuntamiento, la Comunidad y en las generales y ahora resulta que nadie les ha votado.
    Aún no somos conscientes de lo bajo que vamos a llegar.

    Todo lo que nos están quitando será muy difícil recuperarlo. Llevará años y siempre será a costa de los mismos.Nosotros, los que menos tenemos.

    Nunca les hemos importado. Ni les importaremos.

    un abrazo

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  3. Ya llevo diciendo unos buenos años (incluso antes del fatídico 2008) que me iba a vivir a Ghana. Allí feliz estudiando la etiología de los gorilas (soy consciente de los problemas africanos, no soy tan frívola). :)

    Tampoco entiendo muy bien el sistema electoral de este país, Pau. No sé si es el archiconocido sistema de Hont o qué, pero el caso es que los que están ahora en el poder no, insisto NO, han sido votados por el 70% de la población. De todas formas, aunque se me pueda tildar de templada, gobierne el que gobierne que lo haga bien. Ahora estamos siendo pisoteados literalmente.

    En cuanto a que cada uno tiene lo que se merece... No estoy de acuerdo. La vida no es justa.

    Madrid no es un caso particular dentro de la geografía española, Aquí. Sucede que, al ser la capital del reino, está con mayor frecuencia en el circo mediático. En Castilla y León pasa algo similar. Supongo que en la Comunitat Valenciana pasará lo mismo. En Vallecas, no estoy segura, en estas últimas elecciones empezó a despuntar la derecha. Pero, no sé, es hasta cierto punto lógico, ¿no? ¿Qué pasó en la Alemania de entre guerras? ¿Qué ha empezado a pasar en Grecia?

    A mí la gente, pues no sé qué decirte. A veces apretaría con total pundonor el quimérico botón rojo que activa todas las cabezas nucleares mundiales y c'est fini. Al igual que Nietszche abrazó antes al caballo de Turín que al cochero que le apaleaba. Y otras veces sufro de mesianismo. El caso es que no es cuestión de especie (me gustaría creer que no) sino de individuos que forman colectividades. Algunas de esas colectividades me producen un sentimiento que mezcla la pena y el asco.

    Lo que nos están quitando (¿o nos estamos dejando quitar?) no se recuperará por lo menos en una generación. Para no llevarme un gran chasco voy asumiendo que moriré trabajando y que el imserso será una especie de ensoñación que existió en tiempos pasados.

    Besos y abrazos a ambos.

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