4/12/12

Comunicación, divino tesoro.

(Escribo este post un poco a vuela pluma, según me va saliendo la ira resignación a través del tecleo.)
Se reconocen y protegen los derechos (...):
a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.
Artículo 20 sección 1d) de la Constitución Española de 1978.

A todos nos duele lo nuestro, eso está claro. A mí me duele especialmente mi profesión (también otras, ya lo saben ustedes queridos lectores, que no he ido a más manis en mi vida que en este año). Es curioso -y siempre ha pasado en esta actividad desde que, al menos, ingresé en la facultad- pero el sector de la comunicación es el que peor comunica lo suyo al gran público.

¿Saben ustedes cuántos periodistas se han ido a la calle en estos últimos cuatro años? Ocho mil seiscientas treinta y cuatro almas, tres mil y pico en este último año. Setenta y nueve medios se han ido al garete (entre ellos Público, Segunda Mano [en su versiones impresas], 20 Minutos, ADN, CNN, Bloomberg TV, Veo 7...). Muchos otros se enfrentan a EREs terribles (El País, El Mundo, COPE, EFE, Canal Nou, TeleMadrid...). Seis de cada diez periodistas han perdido poder adquisitivo debido a rebajas salariales y deterioro de las condiciones laborales.

Después del sector de la construcción el de la comunicación es el más afectado por esta archicacareada crisis.

Además de la recesión general, el sector de la comunicación tiene su propia crisis que viene de mucho antes del año 2008. El sistema comunicacional está cambiando, es obvio. Internet nos ha puesto a todos los papeles del revés. Estamos en un periodo de adaptación de un modelo antiguo a otro nuevo que aún no sabemos de qué manera se va a asentar en nuestras vidas. Se trata de renovarse o morir, ¿no? Peeeero, señores, señoras, por mucho que cambie el canal el periodismo/comunicación no lo sabe hacer cualquiera. Que todo el mundo pueda decir lo que le plazca en una plaza pública como es la red (ojo, que no estoy diciendo que la web 2.0 sea el malo de la película) no significa que la información que proporcione sea buena. La investigación y el contraste con diferente fuentes es el pan nuestro de cada día en el periodismo de raza. La libre comunicación no tiene porqué coincidir con la comunicación de calidad, aunque debería.

(Abuela Cebolleta On) Recuerdo una noche en la que me llamó el redactor jefe del diario para el que trabajaba y me dijo que si el día en que explicaron la pirámide invertida en la uni había hecho novillos. Estaba agotada. Me había comido cuatro días de festival de cine y ya no daba pie con bola. Pero me levanté y reescribí la crónica por completo. Les juro que dedicarse a la comunicación es absolutamente vocacional porque si lo hacen por los sueldos están apañados (Abuela Cebolleta Off).

Me puedo ir por los cerros de Úbeda con este tema, contarles que te piden algo así como pilotar una nave aeroespacial para cobrar poco más o menos de setecientos euros, o hacerte autónomo para poder trabajar en modo "para terceros", o el corta y pega, o someterte a las presiones de grandes corporaciones y el poder de turno, la falta de ética, ser becario ad aeternum, etcétera.

Estoy triste. Y algo desesperada, no les engaño. Y cerca de la desesperanza (tres años en el paro -que no parada- pueden con cualquiera). Y pienso que más me valdría trabajar ocho horas seguidas en cualquier trabajo en el que seguramente me paguen mejor y dedicarme a este oficio en mis ratos libres. Y a veces echo de menos no haber seguido en la facultad de Física o haberme matriculado en Veterinaria como deseaban mis padres...

Rompiendo absolutamente con la estructura comunicacional a la que aludía mi jefe hace años, escribo ahora lo importante de todo este post:  la FAPE ha puesto en marcha su campaña "Sin periodismo no hay democracia". Hoy y mañana los periodistas llevarán una chapa prendida como símbolo de protesta.

En fin, por algo hay que empezar.

PD. Sé que ustedes me pueden decir que no trabajo como periodista sino como directora de arte y tienen razón, pero he de decirles que en la actividad publicitaria pueden aplicar estas mismas cuitas e incluso peores.

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