29/1/13

Memorias de un hombre en pijama, Paco Roca.

(Pinche en la imagen para verlo más grande). Memorias de un hombre en pijama, pág. 22. © Paco Roca.
Procrastinar (me gusta más postergar, pero como lo de "procrastinar" está de moda y en mi curro se tiene que ser tan hypster...).

¿Saben lo que llevo haciendo todo el día? El vago. Ayer también, no se crean. Por la mañana me pasé las horas muertas ganduleando por internet, leí un par de relatos (no sé yo si esto es realmente perder el tiempo), me recorrí todos los blogs de fotografía habidos y por haber, y encendí la tele para ver si realmente ponen vídeos musicales en la MTV.

Por la tarde -horas en las que a una parece que le llega la glucosa adecuadamente al cerebro- conseguí abrir el Indesign y el Illustrator. Que les abriera no significa que hiciera algo con ellos (salvo consumir memoria ram de mi abuelo-ordenador), porque, con la excusa de inspirarme, al que di buena cera fue al Google Reader para ponerme al día en mi profesión.

Un poquito más tarde, en plena euforia de ideas viendo lo que diseñan unos y otros, tuve la excusa perfecta para escaquearme de coger el lápiz (óptico): reunión de vecinos; larguisíiiiiiiiiiiiiiiiisima historia que no sé si compartiré con ustedes algún día porque de puro excéntrica no se la creerían.

Ahora me voy a comer. No sé. Quizá me ponga a cocinar algo chulo... Si tuviera castañas, podría hacer un Marrón Glacé, que lleva algo así como cuarenta y ocho horas de elaboración y ya tendría quisicosas para seguir haciendo el haragán mañana...

Tenía que entregar un trabajo para el viernes -para el viernes pasado quicir- pero es que esta mañana se ha roto el grifo de la ducha y los de la ferretería son súper majos, y de paso que salgo de casa podría aprovechar para arreglarme un poquito -que voy hecha un pingajo- y probar el khôl y el esmalte de uñas que compré el finde pasado. Uy, ¡si tengo fisio esta tarde y no me acordaba! Mierda: las clases de dibujo, a ver cómo me coordino. Y debería limpiar el Golfo, que salgo de viaje y está hecho un asco. Y, y, y, y...

Procrastinar.

Al grandísimo Paco Roca le conocí cuando su cómic Arrugas se llevó a la gran pantalla. No he visto la película (por razones obvias y dolorosas) y ojeé las páginas del libro cuando me lo dejó mi amigo G. Lucks: me pareció una pasada. 

Investigando un poquitín me topé con Memorias de un hombre en pijama y no pude por más que caer rendida ante las historietas que lo componen. No podría ser más autobiográfico, oigan. Bueno, sí, podría ser más autobiográfico si sustituyen al personaje del ilustrador en pijama por el de la diseñadora en chándal. 

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