17/3/05

El día de San Patricio. Que viva Irlanda (¡¡viva, viva!!)

Pues sí queridos, hoy es SANT PATRICK’S DAY. Vamos a vestirnos todos de color verde hierba, a buscar a un enanito barbudo y pelirrojo con pinta de gnomo y a beber cerveza verde hasta que no sepamos cuantos dedos tenemos en la mano.

Hoy ya tengo plan, bueno dos planes. Por un lado los del equipo de rugby de mi paquete que, con eso de que Irlanda tiene una buenísima selección de rugby, se mimetizan con los dublineses y demás conciudadanos de Eyre y se van a un garito celta hasta que acaban las reservas de cerveza y licores varios. O bien tengo una súper fiesta privada mega guay (y que conste que no lo digo con rintintín) de una asociación a la cual pertenezco desde hace dos o tres años y que promete igualmente. Vaya dilema. O no salgo nunca o se me juntan las citas. Ja.

Y a todo esto Stephan, el alemán, el que nos ayudó a empujar el coche aquel día en medio de la Castellana a paquete y a Calamity, se apuntará a cualquiera de las dos. El hombre se tiene que ir a Alemania.

Todo un dilema. El año pasado opté por irme a la fiesta mega guay con algunos compañeros de oficio y con paquete. Por la mañana conferencias y colegueo entre colegas, valga la redundancia. Conocimos a gente muy interesante y después de tanta conferencia y tanta palmada en la espalda: convite y barra libre. Los canapés estaban de vicio (no en vano eran de un cocinero muy conocido en este país). Pero lo realmente interesante llegó a partir de las diez de la noche. En ese momento nos juntamos todos los que quedábamos en el bar y se abrió la veda: güisqui, ron, ginebra, vozka y todo tipo de licores gratuitos a los presentes. Por aquel lapso yo ya llevaba unas cuantas cervecitas y unos cuantos chatos de buen vino tinto de Rioja. Estaba, cómo decirlo, contentilla.

Tan contentilla que acabé llamando a Speranza Gon que se vino a la fiesta de gorra. Sobornamos un pelín al de la puerta montándonos un espectáculo medio porno lésbico y al final Speranza consiguió colarse en el fiestón.

En el fiestón me presentaron a un enchufado que me quitó un puesto de trabajo, amigo de Speranza Gon (un mundo un pelín endogámico este en el que me muevo), y que se autopresentó como “El Enchufado”. Total que acabamos el enchufado, la Gon, el paquete, el entrevistador que no me contrató, y varios antiguos ex compañeros míos (L, E y C) de un curso que hicimos juntos borrrrrrachas como perras en el coche del paquete andando por la A6 dirección A Coruña buscando una antigua discoteca que resultó que al final no existía o que se había convertido en un burdel.

No estoy muy segura porque yo a esas alturas ya iba en el asiento del copiloto con la cabeza colgando por fuera de la ventanilla del coche para que me diera el fresco y a ver si así espabilaba un poco. Eso sí, la Gon y yo nos hicimos con el picaporte de uno de los baños de chicas (puro aburrimiento al hacer la cola) que nos regalamos cual anillo de compromiso y que estaba unido a mi mano como se unen dos piezas de un puzzle (y que todavía conservo un año después). Al final la trouppe decidió volver a Madrid capital. En la glorieta de Bilbao yo tiré la toalla, pero por el bien del grupo, que conste. Quicir, no encontrábamos aparcamiento así que se decidió aparcar en doble fila y, claro, yo con lo sannnnta que soy, decidí quedarme en el coche por si acaso. Y por supuesto con la cabeza colgando al fresco de la noche. Total que paquete, siempre a mi lado, optó por llevarme a casa.

Nos teníais que ver por la M30 a 30 por hora. En el momento que el velocímetro pasaba de esa velocidad el metabolismo de Calamity se aceleraba de tal manera que el estómago se empezaba a subir hasta el esófago. Así que a 30 y pisando huevos.

Y llegamos a mi casa. Con un moco antológico, lloviznando en Madrid y Calamity apoyada en la primera pared que parecía que no se movía echando los riquísimos canapés del famoso cocinero catalán por el mismo sitio por el que habían entrado.

Pues eso chicos, que feliz día de San Patricio (veremos a ver mañana cómo andamos por la blogosfera), C.

PD. Y a todo esto el apañero de piso en casita durmiendo porque al día siguiente tenía que trabajar. Ay infeliz, ¡¡¡qué yo también fui a currar a Leganés dos horas después!!!
PD 2: Luego os pongo una fotos de irlandeses “ilustres” y no tan ilustres, a ver qué tal me sale, je, je.
PD 3: Qué plasta estoy. Son las 12 de la mañana y ya me ha llamado E para quedar a las 15.30 para largarnos al mega fiestón súper guay (y por supuesto he quedado)… Ay, con la de curro que tengo yo hoy…