4/9/20

Un año

Querida hija:
Hace justo un año que nos conocimos. Sería más justo, quizás, decir que nos vimos, aunque tampoco fuese del todo exacto. Yo ya había vislumbrado tu carita, tu cuerpecito, en las ecografías que nos hacían durante el seguimiento médico.

No sé si tenías prisa por salir porque tu zodíaco marcaba más bien hacia Libra, incluso Escorpio, pero complicaciones varias hicieron que tuvieras que nacer bajo el signo de Virgo. ¡Eras tan, tan, tan diminuta! Tanto que, en vez de dejarnos juntas en nuestra primera cita, te llevaron a un sitio para que crecieras algo más antes de que te pudiera coger en brazos.

No sé cómo serás mañana, si bien hoy ya apuntas maneras. Tienes carácter. Me gusta tu genio, aunque no me deje vestirte con tranquilidad. Eres inmensamente curiosa. Y pertinaz. No te quejas nunca, incluso cuando la fiebre aprieta o los mosquitos hacen de las suyas en tu piel. Te encanta comer, tal vez por todas esas veces que te teníamos que despertar en el hospital para hacer lo propio porque al principio se te olvidaba. Te gusta más cantar que bailar y, pese a que media vida te la has pasado entre cuatro paredes, parece que si algún día se cae tu casa, no te pillará dentro. Sonríes continuamente, en bajito o a carcajadas.

Has llenado mi vida de primeras veces de nuevo. La lluvia, las flores, los pájaros, el mar, los libros, viajar en coche, colocar el lavaplatos, la aspiradora…, todo es fascinante otra vez si miro a través de tus ojos.

En nuestra primera excursión post-confinamiento, felices.

¡Feliz primer cumpleaños, gorditina!

2 comentarios:

  1. Felicidades y enhorabuenas. No es para menos.

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    1. ¡Gracias, Neo! Le daré un buen achuchón de tu parte.

      (Qué sería de este blog sin tus comentarios. :-D)

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