10/3/23

Trabajar o no trabajar

No es que me haya matado con la razón buscando trabajo remunerado, lo admito, pero el caso es que en dos meses aquí he encontrado un trabajo modesto, poco cualificado, por ETT. Nada del otro mundo, pero me da dinero. Más que los incontables proyectos de lo mío que me salen.

Es fácil. Me envían un mensaje con turno de trabajo y línea. Acepto. Firmo el contrato. Entro, trabajo ocho horas y me voy. No me llevo problemas a casa y el día diez me pagan puntualmente.

Pues se me hace imposible, oigan.

Mi última psicóloga diría que no quiero trabajar, que si realmente lo necesitara (realmente lo necesito, necesito ese poquillo de dinero), encontraría la forma de hacerlo y que, además, no se puede tener todo. No se puede criar, tener la casa en condiciones y currar: es una entelequia.

Intenté con ocho horas, jornada completa, pero era imposible. Sobre todo con el turno de la tarde, al que no podía acudir nunca porque tengo que cuidar de mi hija. 

Pedí, después de unas semanas, reducción de jornada. Cuatro horas, que se pasan en un pis pas, no te cansas demasiado, puedes dedicar tiempo a otras cosas, otros proyectos. Gloria bendita.

Pues tampoco. Ni siquiera los turnos de noche y festivos (los mejores dada mi situación) porque no tengo a nadie que me pueda echar una mano con la nena. Su padre esta todo el día viajando (por trabajo, jaté) y… que no puedo ganar el dinero que necesito para llevar a cabo mi vida, la que quiero y necesito.

La última vez que recibí ese mensaje fue hace una semana para trabajar de ocho a doce, en una línea cómoda. Tenía fiebre, anginas y otitis, y aún así hubiera ido de haber podido. Pero no pude porque no encontré a nadie que me llevara a la niña al cole a las nueve. Y, claro, con tres años ella sola tampoco sabe (ni yo lo permitiría).

Sé que la solución pasa por encontrar algo más... no sé cómo denominarlo... más flexible. Ahora bien, ¿más flexible que un trabajo de cuatro horas de seguido, por turnos? ¿Existe eso...?

Ayudaría además contar con una red de apoyo, pero mis padres murieron y no tengo hermanos ni nadie a mi lado con ese grado de compromiso hacia mí.

¿Quién va a querer trabajar conmigo, si nunca puedo? ¿Cómo voy a conseguir hacer algo por mí misma, autoemplearme, si no tengo dinero?

Antes de ayer fue 8M y con la cantidad de asuntos importantes por los que pelear, solo se nos ocurría hablar de enfrentamiento y división entre nosotras por cuestiones ontológicas.

Se me llevan los demonios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario