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Sí, ya sé que esto es Gótico. |
Lo que realmente deseaba era quedarme en casa. Me apetecía estar en la nave nodriza, estar quietecita un tiempo, que me muevo más que un púlsar, cullons (no hace ni dos semanas que estuve vagabundeando por ahí). Antes de salir ya estaba añorando el mullido sofá confeccionado con piel y plumas que decora el salón.
¿Por qué hay que por necesidad irse fuera, visitar mil sitios, bañarse en la playa, subir un pico, montar en globo o hacer puenting para pasárselo bien? ¿Qué es lo que hay que demostrar con ello?
Creo que es el momento de, simplemente, acurrucarse en el día a día, sin huidas con fecha de vuelta, y sentirse (sentirme) tan campante. Tal vez ese sea el (mi) auténtico viaje. Porque piensen (pienso)... ¿cuánto hace que no disfrutan (disfruto) de la cotidianidad? ¿cuánto hace que no hacen (hago) nada?
no sé, hay gente que se le caen las paredes de la casa, para mi son los muros que me protegen del mundo exterior! :)
ResponderEliminar¡A mí se me caen las paredes! No puedo pasar un día entero en casa sin que me entre dolor de cabeza o mala leche. Aunque no sea más que darme una vuelta a la manzana, correr, coger la bici, pero ¿estar en casa todo el rato? Ufffff, ni en sueños podría, Raúl.
ResponderEliminarRealmente me refiero más a sentar el culo en algún sitio más de un mes seguido y en este caso lo más evidente es que le siente aquí en los madriles. Hago más kilómetros que el Correcaminos. Me apetece parar un poco, que de esta manera no me puedo centrar en nada. That's it!
Besos.
C.