30/1/12

Silencio

Escucho a Falla mientras escribo. Noches en los Jardines de España. Me transporta, sin yo pretenderlo, a Granada y en Granada, sin yo saberlo, fui muy feliz, casi más feliz que nunca. Don Manuel con su enérgico piano me da paz. ¿Quién podría imaginar que en el pequeño cuerpecillo del compositor habitara toda esa fuerza, toda esa pasión?

Llevo varios días condenada al silencio. Pero ¿acaso el silencio es una condena?

Caminas por las principales calles de la ciudad y predicadores de pacotilla enchufan sus altavoces a toda pastilla con letanías que marean. Entras en cualquier tienda y el hilo musical se te clava en los tímpanos, te persigue y asedia con un horrendo soniquete. Cenas apaciblemente hasta que te das cuenta de que el disco dejado de la mano de dios en la bandeja del equipo de sonido se repite una y otra vez. El Leroy Merlin, como tantos otros grandes almacenes, parece una copia insultante de un ultra luminoso Blade Runner con cientos de anuncios escupidos por los mini televisores de los lineales mientras la música animosa te invita (¿?) a comprar cosas que no necesitas. Fichas en la oficina a sabiendas de que la radio fórmula no va a parar de poner a prueba tu concentración durante todo el santo día. ¡Dicen que hace compañía!

Ruido. El ruido sí que es una condena.

Estos días rea de la soledad y el silencio de la minimansión solo han dejado más patente el ruido que también habita en mi cabeza, pugnando por salir, saliendo a ratos. Debo intentar firmar la paz conmigo misma y tal vez por eso, sin yo buscarlo, escucho a Falla mientras escribo.

27/1/12

Drive. Me gusta conducir.

Tuve un director creativo que la primera vez que te entrevistabas con él sentenciaba que si veía utilizar la tipografía Mistral, era motivo de despido inmediato y además justificado por una desconsideración al buen gusto. Si quieren que les diga la verdad,  yo también haría lo mismo con cualquier director de arte y/o diseñador a mi cargo, hasta hace quince días: el día que fui a ver Drive. Sus títulos de crédito van con esta tipografía en un rabioso rosa chicle O_O y miren qué cosa más bonita, más bien compuesta, qué equilibrio, ¡qué foto! Disculpen la deformación profesional (si no lo digo, reviento) y vayamos al meollo.

Quiero un póster a la de ya colgado en mi habitación.

Mi identificación con el personaje interpretado por Gosling fue inmediata. Miles de veces ha escrito la abajo firmante que disfruta más que un tonto con un lápiz cuando se pone a las manos de un volante, que conduce sin rumbo cuando las cosas se ponen feas, que le gusta la mecánica. También suelo llevar guantes. :-) Eso sí, frente al poco verbo del conductor, yo hablo por los codos.

Gosling se apoya en unos leves gestos faciales -las cejas, los ojos, la postura- para transmitirnos en todo momento sus sensaciones, sus emociones y su estado de ánimo. No habla, vale, pero minuto a minuto sabemos qué es lo que siente el poliédrico personaje principal de esta película.

La actuación contenida no sólo afecta al actor canadiense pues Carey Mulligan, menos inspirada en su interpretación, gesticula poco, habla menos, pero lo transmite todo con un ademán tan sencillo como situar su mano encima de la mano del conductor cuando esta está en la palanca de cambios al ritmo de una música excelentemente seleccionada para tal momento.

Me ha encantado. Hacía tiempo que no salía tan eufórica del cine (bueno, también me pasó algo similar con The Artist). De hecho creo que voy a ir a verla otra vez no tardando mucho, babero en ristre. Supongo que es una de esas pelis que o adoras o repeles, no hay término medio.

Solo una recomendación: por mucho que insista su ligue en ir a ver los alucinaaantes pectorales-brazos-manos-peinado-mirada-mandíbula del cada día más guapo y mejor actor Ryan Gosling y haya quedado seducido/a por un trailer de corte romántico que más bien parece un videoclip de los A-ha en los ochenta, no vayan jamás a verla en una primera cita, salvo especímenes sádicos, masoquistas y/o amantes del gore y hasta aquí puedo leer, Mayra.

Que tengan un buen fin de semana. A mí me verán al volante con total seguridad.
Cal.

25/1/12

Le Havre. Fu**#@sh·$!!!!

Cojan ustedes el Metrópoli, la Guía del Ocio, el On Madrid o cualquier revistilla que editen en su pueblo con motivo de ofrecerles las actividades de ocio y cultura de la semana. Vayan a la sección Cine y miren la pila de estrellas con la que puntúan la última película de Kaurismäki... ¿Saben? es una mierda.

La cosa por lo visto es contar una historia mil veces contada -la emigración ilegal- desde un punto de vista ¿diferente? El director finlandés parece que se ha ido a cualquier bar de carretera, ha pillado a unos cuantos paisanos y les ha dicho "Vamos a hacer una película. Da igual que ustedes no sepan interpretar, de hecho ahí reside el encanto". Sí, ya sé que los actores son actores de verdad, pero, en serio, una patata tiene más expresividad frente a la cámara. Horrible.

La película trata de ser tan vintage que se pasa de vueltas. ¿Cuánto hace que ustedes no ven un Renault 6 ó 12 conducido por las calles? Pues aquí son los coches de moda, pese a que se supone que están en el año 2011. O_o Con los muebles y la indumentaria pasa tres cuartos de lo mismo: se han ido a Reto y han arrasado con las antiguallas. Al parecer a Kaurismäki le gusta esto de los anacronismos y viene a ser como una seña de identidad de sus películas, pero a mí me parece una gilipollez.

La crítica le compara con Jacques Tati porque algunas de las escenas y muchos de los diálogos son en plan ¿a dónde vas? manzanas traigo, es decir sin sentido y surrealistas a modo de gag. ¡No, no y no! El solo hecho de compararlo con los guiones que dirigió Tati es ya un desacato. Sinceramente a mí me importa un pimiento si a los dos borrachines del bar -personajes totalmente imprescindibles- les parece que es muy chungo limpiar los mejillones y por eso prefieren comer vieiras.

Menudo tostón.

24/1/12

Diálogos con la almohada V

Me secreteaba mi almohada al irme por la puerta esta mañana que espera verme el próximo martes y yo le he espetado que más bien me espere sentada.

Después de estar escuchándole durante nueve años me he puesto al mundo por montera y la he jubilado. Me he jubilado a mi misma de sus servicios y ¿saben? tengo una sensación extrañísima porque por un lado me siento bien al no ser tan cobarde como acostumbro ser, cogiendo al toro por los cuernos -le he esperado a Puerta Gayola-, y he dicho en medio de una controvertida audiencia enganchada a los servicios almohadiles que yo me piraba. Sin aspavientos, con cortesía.

Pero por otro lado siento que, si ya estaba poco perdida en el mar encrespado de mi vida, con apenas una boya a la que asirme, el faro posiblemente se va alejar más y más y más y más... Día que pasa día que veo más remoto lo de tocar tierra, pero también veo más lejos el acostumbrarme a vivir en medio de esta marejada.

En fin, estoy algo asustada.

22/1/12

La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera

Cuando estoy en casa de mis padres y los continuos quehaceres de un espacio inhabitado me dan una tregua, me gusta perder el tiempo repasando los libros que pueblan las estanterías del salón. La mayoría de ellos leídos, en cambio cuando ojeo sus páginas suelen sonarme como algo ajeno a mí, olvidado. En mi última visita saltó a mis manos el libro que hoy rememoro y sus palabras tronaron frescas y familiares en mi cabeza.

Mi primer libro de Kundera me ocupó apenas dos días mientras cuidaba de mi padre muy muy muy enfermo en el hospital. A los cinco días murió. Tras la lectura también murieron para mí los príncipes azules y los cuentos de hadas en los que los finales son felices y se comen perdices: tanto el amor como su ausencia duelen. Lo intuía tras dos garrafales decepciones con eso del corazón, pero esta fue la confirmación de mi presentimiento.

"El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni enmendarla en sus vidas posteriores. 

¿Es mejor estar con Teresa o quedarse solo? 

No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación de un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro. 
(...) 
Lo que solo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre solo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto."

¡Me chifla!

13/1/12

Propuestas musicales XVIII
Frustración

Qué cantidad de himnos generacionales puede una acopiar, oigan. Que si Skunk Anansie, que si Pearl Jam, que si Prodigy, que si Red Hot Chili Peppers, que si Radiohead, que si El Último de la Fila, que si Héroes...

Hace ya -vamos a dejarlo en que- muchos años conversaba con un rubiales norteamericano que había venido a pasar unos meses a mi pueblo sobre la posibilidad de reencontrarnos en el futuro. El ojalá hizo su acto de presencia como suele ocurrir en todas las conversaciones acerca del porvenir. Pensé que ojalá todo estuviese igual en ese hipotético día de reunión. Él contestó que ojalá no.

Ganó él y si en aquel preciso instante me hubieran contado de qué manera iban a cambiar nuestras vidas, aun considerándome atea, me habría hecho de cruces.

Supongo que muchos de la pandi no añorarán el regreso de aquel tiempo, sin embargo la última vez que nos hemos reunido por unas horas (no todos: hijos, hipotecas, televisores de plasma con cientos de canales, kilómetros...) el transcurrir temporal pareció retrotraerse al pasado y empezó a sonar esta canción que les ofrezco hoy y no pude por más que rememorar los días en los que bailábamos encima de las barras de bares y corríamos como alma que lleva el diablo cuando nos pillaba la policía en las piscinas municipales fuera de horario y terminábamos la noche viendo la salida del sol en la playa todos juntos en silencio, ehem, todos los que no habían pillado, y nuestras cabezas y corazones seguían atestados de sueños.



Feliz fin de semana.
Cal.

12/1/12

The Pains Of Being Pure At Heart, Live in Madrid, 9/Ene./2012

¡Las ganas que tenía de volver a vivir un directo in situ! Menos mal que Radio 3 y La 2 suelen programar en sus parrillas música en directo, pero, qué quieren que les diga, no es lo mismo. Por mucho que me emocionara ver en la tele a los Pink Floyd en el Live 8, me emocionó infinitamente más ver a Roger Waters en Barcelona y en Madrid.

Me pierdo. :-)

El pasado lunes trajeron las canciones de su nuevo disco "Belong" los norteamericanos The Pains Of Being Pure At Heart -de aquí en adelante los Pains, por abreviar- a la sala Joy Eslava de Madrid. Miren que tenemos agenda musical repletita para este primer mes de enero, que la otra vez que vinieron los Pains a la capital del reino no salieron muy bien parados en los medios especializados, que mi economía está más que maltrecha con lo cual tengo que elegir con pulcritud a dónde ir o no... Caí. Caí porque me gusta ese puntito oscuro que poseen algunas de sus canciones y que para mí culmina en Gentle Sons, la canción que más me gusta, muy Jesus & Mary Chain , y que no tocaron.

A ver qué hago ahora, ¿escribo una crítica meliflua o voy directamente a degüello al estilo de Lector Malherido con sus lecturas? A este último le va muy bien siendo tan crápula... No es que haya tirado los dieciséis euros de la entrada (dieciocho con los gastos de ¿distribución? ¡si he tenido que ir yo a por ellas! Ô_ô) porque me lo pasé bien, pero es que los Pains me han parecido como cuando pruebas un vino y está rico, pero sabe igual al principio, en el medio y al final, esto es, no tiene matices.

Algunos dirán que es que estos cinco neoyorquinos son muy fieles a su estilo musical, pero puedo rebatirles esta postura aduciendo que existen infinitud de artistas fidelísimos a su expresión musical y que no se repiten más que el ajo. Todas las canciones parecían la misma: una sucesión continua de tres acordes guitarreros con algún desbarramiento jam, sección rítmica sosa-sosa-sosa que ocasionalmente entraba en trance, teclados que homenajean continuamente a los Cure de los 80 en versión light y voces (no hablo de la voz diminuta de Peggy Wang que me cebo) que mpfff lo mismo es que Kip Berman no se escuchaba bien... ¿En serio los Pains declaran que entre sus influencias musicales están los My Bloody Valentine? ¡Pues no les queda nada de camino por recorrer a estos muchachos!

Kip Berman con Kurt Feldman en la bateria. Feldman tiene un par de proyectos musicales paralelos a los Pains y que, al parecer, poco tienen que ver en cuestión estilo: The Depreciation Guild y The Ice Choir.

La sesión comenzó con uno de sus platos fuertes Belong, single de presentación de su segundo Lp. A lo mejor el público aún no estaba muy metido en harina, pero el recibimiento no fue especialmente caluroso, salvo por algún fan arrebatado ansioso por la espera de quince minutos a la que tuvo que someterse desde la apretujada primera fila.

Alternando canciones de sus dos discos larga duración y su ep los momentos más álgidos se lograron con Heart In Your Heartbreak en los que la gente se despendoló un poquitín y la más animada de todas Young Adult Friction (otra de mis fav's). Después de esto la señorita Wang se soltó y nos echó una charleta a la que no presté demasiada atención, la verdad.

Terminaron la primera parte del concierto con la canción The Pains Of Being Pure At Heart que cierra el ep homónimo y que les otorgó prestigio dentro de la escena indie norteamericana.

El bis no se hizo derrogar. Tres cancioncillas Contender, Say No To Love y Strange y c'est fini.

¿Algún mecenas por ahí que me financie los conciertos de The Right Ons (con estos seguro que bailo), de LMFAO (segurísimo que bailo bailo bailo), de los Artic Monkeys (aunque me gusta muuuucho más los Last Shadow Puppets y les esperaré pacientemente como la novia a su novio soldado que parte al fernte) y Miles Kane, Nada Surf, Thin Lizzy, Loquillo, Dream Theater...? Ay, ¿de verdad los Reyes Magos no vuelven hasta el 2013?

9/1/12

Qué hacer hasta el 21 de diciembre de 2012

Estoy pesadita con eso de que se acaba el mundo. Supongo que es un acontecimiento muy importante para el devenir de la especie humana. También he visto Melancolía del misógino maniacodepresivo danés más conocido en Cannes hace poco; creo que me ha tocado el giro cingulado de alguna manera y por eso estoy tan erre que erre.

¿A que mola la portada de mi agenda para este año? Os permito que me llaméis genio del potochof.
¿Qué hacer en estos trescientos cuarenta y siete días que quedan? De ser verdad me gastaría todo el cash que tengo en pegarme un viaje de cinco estrellas gran lujo alrededor del mundo, algo así como el viaje que se están haciendo unos chavalotes españoles en un Land Cruiser en los documentales de La 2 que ¡les odio! (por pelusa, claro). Pero es que el suelto de la cartera no me lleva ni a Canillejas, vamos, que no tengo ni para el Metro de Madrid, así que vamos a obviar lo de ir al Tassili por ahora.

Las metas para este año no van a ser muy diferentes de las del año pasado. De hecho las del año pasado ya se han incorporado a mi quehacer diario como un hábito más. Habrá que potenciarlas.

  • Escuchar un disco diario se me ha quedado pequeño: tengo que ir a un directo por mes al menos.
  • Leer más (ensayos y narrativa). Cómo echo de menos los años de la uni en los que me podía tirar días enteros leyendo, hasta que me dolían los ojos.
  • Dibujar más. Y diseñar más. :) 
  • Montar otra exposición de fotografía.
  • Escribir más y escribir ficción de verdad sin ninguna pretensión, por supuesto.
  • Seguir aprendiendo alguna cosa nueva: un idioma (¿cuál, CUÁL?), una carrera/doctorado/máster (¿en qué, en QUÉ?), cocina japonesa o simplemente aprender a cómo no quemar las tartas en el horno...
  • Ah, sí, el pe-que-ño detalle de tener trabajo. :-|

Para la interminable y poco fructífera búsqueda de laburo lo tengo clarísimo. Primero abrirme un perfil en Linkedin que ya lo tuve -más muerto que los bingos de Benidorm en temporada baja- y después no faltar ni un solo día al gimnasio ¡ni uno! Todo eso que les han contado sobre prepararse intelectualmente para desarrollar un trabajo es MENTIRA. Lo verdaderamente importante es tener un físico de mareo, que se queden tan obnubilados con tu presencia que no sepan ver que eres un zote redomado que no sabe ni hacer la O con un canuto. ¿Estás más bueno/a que el queso gruyère? Encontrarás un currelo más rápido. Leit motiv. Ya veréis como de aquí a marzo tengo ocupación laboral en ciernes (y unos bíceps que ni Angela Bassett).

Y para comenzar con buen pie en la consecución de uno de mis nuevos propósitos me voy de concierto. ¡Por fin! Ya iré a correr mañana. ;-P

Anexo: viajar un poco más, aunque sea al monte Abantos (soy de buen conformar).

7/1/12

De compras

Quiero ir de compras. La última vez que entré a un Fresca no tenían aún colgada la ropa de Otoño-Invierno y ahora con los anuncios de rebajas clavándosete en los oídos una y otra vez... Ya ni ojeo blogs de moda porque me pongo verde de envidia y los escaparates se han vuelto para mí unos extraños compendios de maniquíes y luces brillantes alejados de mi vista.

Qué frivolidad, ¿verdad? A lo mejor no.

Hacer acopio de vestimenta se convirtió en una especie de ritual desde que tengo uso de razón. Mi padre nunca -y cuando digo nunca es nunca- llevó ninguna prenda que no fuera salida de una sastrería, salvo la ropa de trabajo, así que imagínense el percal que eso suponía. Lo primero de todo montar en el coche y bajar hasta la capital de provincias a visitar a mi padrino que, ¡cosas!, es sastre. En su pequeño atelier yo campaba a mis anchas entre rollos y rollos de telas de mil colores, ovillos de hilos, cintas métricas y alfileteros. Me encantaba que las modistas me obsequiaran con retales que les sobraban de sus hechuras y con los que más tarde intentaría hacer cualquier vestido a mis muñecas. El tacto del cachemir y los terciopelos, el olor del tweed, la sonoridad del organdí, la ingravidez de la gasa, la pesadez del raso...

Otro ceremonial a cuenta de los trapos era el que suponía hacer el baby de la escuela. Aquí no había momento para escoger telas porque la tela era la que era: blanca con rayitas moradas. Pero visitar la casa de dos solteronas un tanto peculiares que se ganaban la vida subiendo la bastilla de faldas y pantalones era algo único. Ese piso vetusto con un pasillo oscuro e interminable lleno de puertas blancas a ambos lados, la mayoría cerradas, con el tiempo suspendido entre sus paredes y el traqueteo constante y lejano de una máquina de coser situada en el único lugar al que llegaba la luz natural, magia pura. Todos los niños que allí íbamos soñábamos con el momento en el que tras el despiste de costureras y padres escapar hacia el salón y aporrear las teclas desgastadas de un viejo piano.

Ya no les digo si cuentas en tu familia con madre y dos tías modistas, otra bordadora y abuela matando el tiempo con la vainica. Creo que aprendí antes a enhebrar una aguja que a escribir el abecedario.

Matizo: necesito ir de compras.

5/1/12

Queridísimos Reyes Magos

Llevo varios años plasmando esta carta cibernética para pedir, ¡qué narices la paz mundial!, una caja de bombones que nunca me traéis, pájaros, mpfff. 

Prometo dejar al lado de mis tacones una buena selección de bebidas espirituosas y múltiples dulces navideños, aunque de esto último igual estáis un poco hasta las mismísimas, así que aprovecharé el jamón de pata negra del aguinaldo para cortar unas finísimas y exquisitas lonchas.

Aquí tenéis mi lista para este 2012.

A este le sienta bien todo desde una cresta rosa hasta ponerse trencitas en plan Hephaestion. ¡Hasta cantar mierda emo music! Oys, qué hombre más completo, leche. Jared Leto para la butxaca.


A mí es que Gael me tiene empanada desde que le vi en Amores Perros hasta el año pasado en También la lluvia. Me da igual que le pueda sacar la cabeza en altura. ¡Viva México!

Andrew Gardfield es lo que una de mis amigas denominaría guapifeo: depende de cómo le pilles es un maromo impresionante o no. En fin, yo pienso que con ese pelo fosco, los lunarcillos en la cara, su mirada, esos morros, ¡dios! y la planta que gasta el muchacho es guaaaaaaaaapo a rabiar. Además va a encarnar al nuevo Peter Parker,  por verle enfundado en un traje de araña rojo... Pa' mí todito.

Ay, madre, ¡si es que no puedo decir nada más de Jon Kortajarena! Es que le sienta bien todo, hasta un outfit Príncipe de Gales con el modelo de gafas que llevaba yo a los doce años. ¡Si hasta es majo y nada creído, firgen santa! BA-BE-O

Aaron Johnson solo por haberse calzado unas Timberland y un ridículo traje de súper héroe para interpretar a Kick Ass ya merece todos mis respetos. Luego le ves en el papel del joven John Lennon con eso rizos, esas gafotas, esa guitarra en ristre, ese look tan sixties, jooooooooooooder. ¡Qué más da que pudiera ser hijo mío!

Los abdominales de Serge Ibaka me han hecho aficionarme de nuevo al baloncesto con verdadero arrobamiento. Casi casi casi estuve por hacerme merengue y todo. ¡Eso es una tableta de chocolate y no lo que me como yo en mis tardes solitarias frente a la pantalla del ordenador!

A mí James Franco que me inocule lo que quiera, que me lleve a hacer montañismo, me convertiría en hombre y hasta viajaría en el tiempo para disfrutar del ambiente Beat norteamericano a su lado (sobre todo esto último). Mamma mía!!!

Venga, Gaspar, Melchor, Baltasar, Colin Farrell ya es un clásico entre mis peticiones. No me sigáis castigando por no asediarle impunemente en una tórrida noche veraniega del centro de Madrid cuando sus ojos oscuros y los míos se cruzaron. Iba teñido de rubio, ¡como para conocerle!

A sus pies, Majestades de Oriente.
Cal.